El matador de toros tapatío Xavier Ocampo amanece este día de manteles largos al celebrar sus primeros 20 años de alternativa, la cual tomó el 10 de octubre de 2004 en la plaza de Torralba de Calatrava, provincia de Ciudad Real, España. Todavía vigente, con ganas, ilusiones y metas que cumplir, Ocampo recuerda la tarde en la que Eugenio de Mora, como padrino, y el matador Luis Miguel Vázquez, de testigo, le cedieron los trastos.
"Fue una corrida que se televisó. Ese fue el primer gran logro. Hice una campaña de 18 novilladas previas a la alternativa y prácticamente duré casi 5 años como novillero. Seguimos siendo contados los matadores que conseguimos tomar la alternativa en España".
En su mente viene recuerdos que lo acompañarán siempre en su vida, como la del toro "Pajarito", de la ganadería de Cuatro Caminos, el famoso toro volador que estaba sorteado para ser el de su confirmación de alternativa en la Plaza México, aquel 29 de enero de 2006.
"Además he tenido tardes muy importantes, como la del toro "Troyano", de Fernando de la Mora y que peso más de 600 kilos en la Plaza México, con el cual la banda de música, estando toreando con la muleta, me tocó tres dianas. Recuerden que en La México no se toca la música durante las faenas y con ese toro me las tocaron".
Recordó tardes triunfales en la Feria de Texcoco y algunas más en Pachuca, Tijuana y en las ferias de estado natal, Jalisco, como en los carnavales de Jalostotitlán, San Miguel el Alto y Arandas, por citar algunos.
"Algo que no debió haber sido fue que tardé 18 años para torear en el "Nuevo Progreso", eso es inconcebible. Con cinco tardes en la Plaza México y en mi tierra no me había presentado, pero fue finamente hace dos años, con una corrida de Zacatepec. Paradójico que llevo 20 años como matador y en mi tierra soy prácticamente una novedad. Siendo de aquí, mucha gente no me había visto torear en Guadalajara".
Ocampo siente que está en un buen momento, ya con experiencia, viendo el surgimiento de nuevos valores.
"Ahora soy un torero que le sirvo a las empresas de ser primer espada. Me siento muy a gusto y asumo esa mentalidad de que, aunque no toree lo que quisiera, en mi mentalidad en cada actuación tengo que demostrarle al público que por mí han pasado los años, ahora busco un toreo de mayor solera, reposo, gusto y que se vea en mí el oficio recorrido de 20 años de matador".
En estas dos décadas, el rubio torero ha sufrido ocho cornadas, siendo las más graves una en la Plaza México y otra en la Monumental de Tijuana. La primera fue del toro "Palenque", de la ganadería de Gonzalo Vega, que le propinó tres cornadas. Una trayectoria le atravesó la pierna izquierda de lado a lado, otra, fue en la axila con entrada al tórax y la tercera le dejó al descubierto, 16 centímetros, el cráneo.
La de Tijuana, fue por un toro de El Vergel, también muy grave. "Las cornadas van implícitas en la carrera de un torero. Desde que empiezas a querer ser torero, lo primero que te enseñan es que los toros dan cornadas, además de triunfos y gloria".
El diestro también ha formado parte en varias ocasiones del Comité Directivo de la Asociación de Matadores, durante las gestiones de Paco González y Óscar San Román.
Últimamente, me estaban promoviendo, pero de momento no estoy. Donde si estoy participando activamente es en la defensa de la tauromaquia, de la mano de Pepe Saborit, en Tauromaquia Mexicana. En cuanto a mi actividad dentro del ruedo, ahora tengo otra madurez y tengo que pensar en cómo se va a cerrar mi ciclo, que no va a ser mañana, ya que todavía hay Xavier Ocampo para largo, pero sí ya la mentalidad es como conseguir todavía los triunfos que me han hecho falta en mi carrera y como conseguir volver a la Plaza México donde tengo buen ambiente".
Finalmente, agradece públicamente a todas aquellas personas que lo han estado apoyando a lo largo de su carrera en todos estos años.