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Nada para nadie en Pachuca

Domingo, 06 Oct 2024    Pachuca, Hgo.    César Montes | Foto: Cervantes          
Durante la segunda corrida de la Feria de San Francisco
Una terna esforzada fue la que se estrelló esta tarde frente a un encierro con poco contenido, de Arroyo Hondo, que tuvo un capítulo desastroso cuando salió el sexto, siendo el mejor librado Juan Pablo Sánchez, que escuchó una ovación en el segundo toro de su lote, en tanto que los debutantes Román y Diego Sánchez escucharon apenas palmas en los toros que les correspondieron, en lo que ha sido la segunda corrida de la Feria de San Francisco.

Así, los cerca de mil espectadores que se dieron cita en la monumental "Vicente Segura", aguantaron firmes el tiempo gélido, de una tarde que tuvo sus matices, pero que no llegó a buen puerto debido al escaso juego de los toros zacatecanos que sustituyeron a los anunciados inicialmente de La Soledad.

Desiguales en su presentación, de distinto tipo, arriba de los cinco años todos, con tres de ellos bien armados, y aunque pelearon bien en el caballo, en cambio no tuvieron contenido, algunos acusaron justeza de fuerza y en su mayoría deslucidos, que dieron poca ocasión para el lucimiento.

Juan Pablo Sánchez bregó al que abrió plaza, un toro que tuvo una salida incierta y que recibió un puyazo caído en la querencia y otro, que fue una buena vara, de César Morales, del otro lado del ruedo. Dos buenos pares ejecutó Jorge Delijorge, llevándose un sonoro reconocimiento. El torero comenzó doblándose con un astado que se quedaba muy corto en su embestida, punteando, además escaso de fortaleza, que la misma historia fue con la mano izquierda. Estuvo esforzado, buscando el lucimiento, que el público le agradeció. Dejó primero una estocada desprendida contraria y tres golpes de descabello. Palmas al irse a la barrera y pitos en el arrastre al astado.

A su segundo, Sánchez lo toreó muy bien por mandiles y a la verónica, que le corearon. Lo llevó al caballo, donde recibió un buen puyazo de César Morales. El mejor momento fue una tanda de medios pases con la zurda, medidos, templados, en los que se gustó el torero, ante una embestida sosa, con la cara a media altura de la res. El trasteo finalizó cuando el toro fue a buscar las tablas. El hidrocálido dejó una estocada casi entera, trasera y apenas tendida, escuchando una ovación al irse a la barrera.

El segundo fue para el debutante en esta plaza, el valenciano Román, con el que no se acomodó con el capote. Recibió un buen puyazo de Erik Morales el animal y se pasó con dos pares de banderillas. Comenzó su labor con muletazos por alto a pies juntos, a un toro que repitió y que tuvo fijeza, pero perdía las manos de continuo, después, comenzó a reservarse las embestidas. Estuvo esforzado el diestro hispano y fue reconocido por el público. Señaló dos estocadas que hicieron guardia, lo levantó el puntillero y lo despachó de un certero golpe descabello.

El quinto de la tarde fue pitado de salida porque la asistencia consideraba que tenía poca presencia. Román lo lidió con el percal. Las protestas continuaron y el toro peleó en el caballo, donde recibió un puyazo. Se hizo bien del animal en la muleta, que en los primeros compases la res repitió con fijeza, pero enseguida se apagó y el esfuerzo del diestro se enfrentó, además, a un público a disgusto, que profirió insultos al juez y al ganadero. Señaló dos pinchazos antes de dejar media estocada, que resultó certera.

El tercero fue un toro de armoniosas hechuras que tuvo una emotiva, al que Diego Sánchez, que también se presentaba en este coso, toreó bien a la verónica. Acometió de largo al picador, donde recibió un puyacito. También en este toro la autoridad permitió que se pasara con dos pares. En la muleta, el animal vino a menos, regateó las embestidas, se quedó corto, pero el torero estuvo firme, buscando el lucimiento, aguantando parones de la res, que tuvo el reconocimiento sincero del público. Mató de estocada tendida trasera, suficiente para mandar al destazadero al burel y escuchó palmas.

El desastre vino con el sexto, pues Diego alegó que el toro no veía, pero era evidente que sí, entonces, en un gesto poco profesional y sin justificación, se metió al callejón y dijo que no lo enfrentaría. Vino la polémica en los tendidos, sobre todo por los no entendidos, que increpaban al juez y le solicitaban que cambiara a la res; luego, en el callejón, el apoderado también hacía presión con las autoridades.

El reglamento para el municipio de Pachuca es claro y señala que a menos que se inutilice un toro antes de ser picado, o que acuse extrema mansedumbre, será devuelto, más no por no ver. Así, en ese caldero de pasiones, el juez, sin ninguna justificación, cedió inexplicablemente y lo cambió, cuando el toro era evidente que sí veía y no era razón para devolverlo.

Salió en su lugar un toro cornicorto, protagonizándose un desorden en banderillas. En la muleta el toro fue obediente, aunque siempre llevó la cara arriba, sin transmisión, con el que el diestro lo mismo esbozó algunos ayudados que, con un público en tono entreguista, le coreaba todo. Lo mató de estocada caída y uno que otro despistado pedía sin sentido la oreja.

Ficha
Pachuca, Hgo.- Monumental "Vicente Segura". Segunda corrida de la Feria de San Francisco. Menos de un cuarto de entrada (unas mil personas), en tarde fría y nublada, con brizna en el que cerró festejo. Siete toros de Arroyo Hondo, cinqueños, desiguales de presentación, algunos serios de cara, siendo pitado el corrido en 5º lugar, por su presencia; aunque cumplieron bien en el caballo, tuvieron poco juego en general, así como deslucidos. Pesos: 497, 505, 510, 511, 450, 524 y 502 kilos. Juan Pablo Sánchez (azul índigo y azabache): Palmas y ovación. Román (ostión y plata con cabos negros): Palmas y palmas tras aviso. Diego Sánchez (obispo y oro): Palmas en su lote.


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