La terna que toreó hoy en Arnedo (La Rioja) se estrelló con un encierro infumable de la ganadería de Adolfo Martín, con el que fue imposible hacer faenas de mayor lucimiento debido a su falta de casta, así que fue muy difícil solventar la papeleta en la cuarta y última novillada del prestigioso Zapato de Oro, en la que Bruno Aloi saludó la única ovación de la tarde, mientras que Alejandro Chicharro cayó herido, y Juan Herrero estuvo igualmente esforzado que sus compañeros de cartel.
La faena del mexicano al primero de su lote, jugado en tercer lugar, tuvo varios pasajes de interés, y tras el brindis que hizo al maestro Tomás Campuzano, sobresalieron un par de tandas con la mano derecha en las que toreó roto de cintura, con temple y largueza, en pases de uno en uno, pues el novillo acudía a la muleta con la cara alta y sin transmisión.
A lo largo de todo el trasteo, Bruno se quedó quieto y trató de agradar a la gente. En su afán de sacarle provecho al de Adolfo Martín, no se salvó de sufrir una voltereta sin consecuencias, antes de volver a la cara del ejemplar para darle muerte de una estocada baja, que antecedió a un golpe de descabello, lo que quizá lo privó de cortar una oreja. Sin embargo, el público reconoció su esfuerzo y lo llamó a saludar una ovación en el tercio.
Con el que cerró plaza, que brindó a Chicharro, otra vez tuvo que buscar la colocación entre los pases para sacarle partido. El de Adolfo Martín embestía con la cara alta y deslucido. A pesar de ello, Bruno se afanó en encontrarle la distancia y tirar de él en tandas meritorias, que no terminaron de conectar con el público al haber ordenado a la banda que dejara de tocar la música. Mató de una estocada entera, un tanto contraria, que también requirió el uso del descabello en una ocasión, y se retiró en silencio.
Bruno continuará con su agenda española mañana en Guadarrama (Madrid), donde está anunciado al lado de Cristiano Torres y Kevin Alcolado, para lidiar un encierro de El Retamar y El Estoque.