La tarde de este domingo se ha verificado la tradicional corrida de toros en honor al arcángel San Miguel, por lo que ante una entrada que ocupó el cincuenta por ciento de la plaza, han realizado el paseíllo los diestros Arturo Saldívar, Paola San Román y Diego San Román. Al final del festejo y ente un encierro complicado de la dehesa de Torreón de Cañas, el primer espada logró salir a hombros de los aficionados de Uriangato.

Arturo Saldívar demostró que los casi tres lustros de alternativa le permiten solventar compromisos como éste, en los que es necesario echar mano de su carnet. Durante la lidia de su primer enemigo hubo de plantear una faena muy entendida; no obstante, a las dificultades de su enemigo, el espigado diestro arrancó tandas de valía. Al final se retiro al burladero entre palmas. 

Con el cuarto de la tarde el de Aguascalientes dimensionó el toreo con el percal, aguantando las embestidas ásperas del ejemplar de Torreón de Cañas. Durante el último tercio inició su faena con muletazos muy bien pensados que le permitieron ahormar la embestida; por ello, llegó el toreo de dimensión por ambos pitones, mismos que trascendieron a los tendidos, máxime que las tandas fueron bien rematadas. Tras una estocada efectiva Saldívar recorrió el anillo con las dos orejas y bajo el reconocimiento de los asistentes.

Paola San Román ha tendido una muy torera actuación, con el segundo de la tarde la queretana supo descifrar las embestidas de su enemigo, ello le permitió lucir ante un público que aquilató en todo momento los esfuerzos de la matadora. Al final saludó una ovación en el tercio.

Ante el quinto de la tarde y con ganas de no dejarse ganar la pelea, Paola realizó una labor por demás interesante, toreo de dimensión y cadencia con el percal, mientras que en el tercio de muleta una faena muy bien estructurada en la que se pudo ver el concepto taurino que la de Querétaro concibe. Cuando parecía que ya tenia el triunfo en sus manos las cosas no rodaron bien por lo que dio una meritoria vuelta al ruedo tras una fuerte petición de premio. 

Diego San Román pecho con un lote muy complicado. Su primer enemigo no dio ninguna opción; sin embargo, quedó claro la voluntad y la valentía, por ello escuchó palmas. Con el que cerró plaza San Román buscó el triunfo, para ello interpretó el toreo que le viene caracterizando y donde el valor espartano es una de las principales características. Al igual que su pariente al final del trasteo no pudo coronar su actuación por lo que saludo desde el tercio con petición de oreja