Las exigencias de un presunto grupo delictivo a la empresa taurina propició una serie de acontecimientos nada favorables que causó malestar e impotencia, no solamente entre el personal de la empresa, sino de distintas autoridades y demás personas involucradas en la gestión del festejo.

"Un grupo de personas entregaron el producto que ellos llevaban y exigieron que se vendiera en lugar del que la empresa tenía destinado para tal fin. Casualmente, a la corrida llegó el candidato Saúl Monreal (que es aficionado a los toros), que va para Senador, y es hermano del gobernador David Monreal, y como venía con muchos agentes de la Guardia Nacional, se encargaron de agarrar a algunos de estos extorsionadores", comentó Pedrín.

Al cabo del paso de los minutos, la situación se complicó y la empresa y todo sus personal decidieron salir de la plaza y marcharse de Jerez, según explica:

"En el cuarto toro decidimos irnos del lugar porque las personas que nos extorsionaron nos tenían bien localizados. Sabían en qué hotel estábamos y no quisimos arriesgarnos. Lo mismo hicieron los vendedores, que abandonaron ahí todo el producto, y para no exponer a nuestro equipo de trabajo y a mi familia, nos salimos en caravana. Esto es algo lamentable, porque en algunas regiones no hay garantías, no hay seguridad, y así no podemos trabajar", afirmó.

Asimismo, el banderillero retirado y empresario tlaxcalteca, dijo que con el poco dinero que había en la taquilla pagó algunos gastos a los toreros y las cuadrillas para que se regresaran a sus lugares de origen, y agradece que hayan comprendido la situación.

Estos hechos derivaron en la cancelación de la corrida dominical en la que estaban anunciados Antonio García "El Chihuahua", Román Martínez y el español José Cabrera, quienes iban a lidiar un encierro de la ganadería de El Saucillo.