Manuel Díaz "El Cordobés" se retiró de los ruedos el pasado fin de semana en la plaza de Jaén, donde llamó mucho la atención que fue su propio padre quien bajó al ruedo a cortarle la coleta y, con ello, dar por finalizada una trayectoria de poco más de tres décadas.

Y esto tuvo un gran significado, toda vez que, durante tantos años, no se había confirmado la paternidad de un torero que dio espectáculo en las plazas del mundo durante 30 años.

El Califa llegó la centro del ruedo previo a recibir una ovación, para posteriormente captar la histórica imagen de padre e hijo, quienes en poco menos de un año han sido noticia tras lograr dirimir sus diferencias y finalmente reconciliar su relación filial. 

"Se me pasan muchas cosas por la cabeza, de ilusión por lo que he vivido, solo quiero darle las gracias a todos por estar siempre ahí. Por haberme acompañado todo este tiempo y por dejarme ser y existir como persona. Gracias", declaró el torero a la revista Hola.

El primer hijo torero del famoso espada de Palma del Río tomó la alternativa el 11 de abril de 1993 en la Maestranza de Sevilla, siendo su padrino Curro Romero, y Juan Antonio Ruiz "Espartaco" el testigo. Confirmó en Las Ventas de manos de Miguel Espinosa "Armillita", el 20 de mayo de 1993, en presencia de Fernando Lozano. 

Su confirmación en la Plaza México tuvo lugar el 19 de noviembre de 1995, de manos de Manolo Mejía y Humberto Flores como testigo. El toro de la confirmación de El Cordobés llevó por nombre "Soy de Oro", de la ganadería de Reyes Huerta, herrado con el número 70 y 532 kilos de peso.

De esta manera se cierra un ciclo en el que dos nombres terminan por unirse.