Un torero de Madrid
Lució su toreo durante la novillada de este jueves
Madrid ha acogido a toreros de distintos cortes y conceptos. Entonces, ¿qué significa ser torero de Madrid? En síntesis, hacer el toreo con verdad y cabeza clara, planteando la lidia con propiedad y, claro está, una dosis de expresión artística. Toda esta definición encaja a cabalidad en la importante actuación que hoy brindó en Las Ventas el joven novillero García Pulido, donde apuntó el cante de una tauromaquia interesantísima.
El toledano avecindado en Madrid mostró firmeza frente a su primero, que tenía calidad pero al que había que llevar muy empapado en el engaño. Con la muleta bien puesta, a la altura conveniente y una colocación digna de resaltar en un novillero, dejó entrever un trazo fino y desmayado.
El publico venteño se quedó con la "miel en los labios" de una faena de altos vuelos, pero el astado se apagó prontísimo. Pulido resolvió con atingencia y solamente el mal uso de los aceros impidió que paseara una oreja.
Por supuesto que deberá pulir su extraña técnica de matar, pues coloca el codo un tanto hacia afuera, ya que la espada volvió a dejarle sin premio ante su segundo, en una tarde que tranquilamente pudo ser de Puerta Grande. Ante este demostró que también sabe fajarse e imponerse ante astados que desarrollan sentido y tiran derrotes a diestra y siniestra. A su corta edad García Pulido sabe que la receta no es otra mas que el consabido temple
Jorge Molina es un torero que ya se le ve e sobrado con el novillo. Y es que resuelve sin parecer pasar apuros y, quizá, parece ser frío de cara a la galería. El lote que sorteó no se lo puso fácil, pero su oficio bien desarrollado salió a flote para imponerse ante las circunstancias. Quizá, y solo quizá, este chaval ya esté pidiendo el toro.
"Vengo a Madrid a hacerme rico", dijo Cristiano Torres en el brindis. No obstante, el dinero puede esperar, ya que en este momento lo más importante es que el chaval desarrolle y evolucione, pues se notó con un natural verdor en ambos turnos y tiende a ser un poquitito violento en los toques, cuando más bien los toros demandan suavidad.
Hay que destacar su coraje y actitud, así como el valor que dejó patente, sobre todo al quedarse quieto e intentar, a toda costa agradar. Al final de la jornada, el público madrileño salió hablando de García Pulido... y bien. No cabe la menor duda que estamos ante un prospecto que puede convertirse en un torero de Madrid.
Ficha
Madrid, España.- Plaza de Las Ventas. Novillada de la Feria de Otoño. Dos tercios de entrada, en tarde calurosa. Novillos de Fuente Ymbro, serios bien presentados, disparejos en hechuras, de juego desigual. Pesos: 504, 490, 510, 492, 505, 515 kilos. Jorge Molina (azul cielo y oro): Ovación tras aviso y silencio tras aviso. García Pulido (violeta y oro): Ovación tras aviso y ovación tras aviso. Cristiano Torres (salmón y oro): Silencio tras aviso y palmas Incidencias: Destacó Ángel Sánchez al bregar al 6o.