La oreja concedida al torero mexiquense fue al final de la lidia del cuarto toro de la noche, un ejemplar que cuando se le arrancó en la zona de tablas hizo un extraño teniendo el torero que tomar el olivo. Posteriormente, echó bien el capote abajo para fijarlo. Fue pronto el toro al caballo de Daniel Morales que lo aguantó y vimos un buen par de Fernando García hijo.

En el tercio final el toro llevaba la cabeza suelta, Calita sin inmutarse lo pasó en aceptables muletazos sobre la derecha, sin embargo lució más su toreo con la de cobrar asentando las plantas y llevándolo largo. Consiguió un espadazo desprendido que fue suficiente para recibir un apéndice.

Abrió plaza "Cariñoso" y fue abanto, teniendo que sujetarlo el torero mexiquense para que luego se picara apenas, y se cambió el tercio con dos pares de banderillas por solicitud del matador.

Quizá acusó el de Real de Saltillo acusó la falta de mayor castigo porque comenzó a escarbar y sacar complicaciones, mientras el torero intentó torearlo por pitón derecho con escasa respuesta del público, luciendo más en la parte final del trasteo mediante muletazos de aliño. Falló en la suerte suprema y le mandaron dos bocinazos seguidos de silencio para el torero.

Huidizo pero de buen estilo desde salida fue el primero de Diego Silveti, que estuvo breve con el capote. En cambio, Efrén Acosta se excedió en el castigo en varas y el segundo tercio pasó casi desapercibido.

En el inicio de la faena Diego ejecutó unos doblones para tratar de sujetarlo y luego dio algunos muletazos dibujados de los que se escapaba el toro siendo el trasteo disperso por todo el ruedo. No obstante, el torero le buscó las vueltas y ejecutó pases de buena factura. A la hora de matar dejó espadazo tendido y  descabelló al segundo golpe, escuchando palmas.

Bien armado y de mejor presencia fue el quinto con el que poco se acomodó Diego en los lances. El toro empujó a la cabalgadura de Salomón Azpeitia tras lo cual se lució Luis Alcantar con los palos. Había empezado bien el toro y se fue distrayendo y apagando sin que la emoción se intensificar. El matador requirió de dos estocadas tras las cuales escuchó algunas palmas.

De menor trapío fue el corrido en tercer turno que correspondió a Luis David, quien poco se dejó ver en el saludo capotero si acaso se rescatan las chicuelinas del quite, acto seguido lució en un par Gerardo Angelino. Voluntarioso estuvo el hidrocálido sin que su labor llegara a romper. Terminó su faena de un pinchazo y estocada caída, y le sonaron las palmas.

Hizo concebir esperanzas el que cerró plaza, al que Pedro López prendió bien aunque luego sufriera un aparatoso tumbo, y luego el toro recargó con codicia y llevó al picador más allá de las rayas del tercio.

Comenzó Luis David con un cambiado por la espalda y el toro repitió con alegría en los medios, donde construyó una faena animosa que malogró con el acero y el balance final se redujo a palmas, al final de una noche a la que le hizo falta la emoción del triunfo fuerte y a la espera de que en las dos últimas corridas de este aniversario, al ambiente luzca más animado y venga más público a los tendidos de "El Relicario".