Con motivo de la cancelación de la Feria del Sol de Venezuela que se anunció durante las últimas horas, por parte del alcalde Alcides Monsalve, el periodista Rubén Darío Villafraz explica un panorama sobre la actual situación taurina que prevalece en este país, mediante un texto que presentamos a continuación:
El merideño en este momento no está para fiestas, ni ferias. Sí, ese que vive y come de un sueldito de la gobernación, universidad o alcaldía, que son a final de cuentas las únicas fuentes de ingreso del emeritense, no se puede permitir el lujo de enferiarse, que ya de por sí no lo puede hacer en razón de encontrarnos en situación "pandemia".
La situación de la Feria del Sol es como aquel enfermo que está en delicado estado en una UCI, entubado y con ventilación asistida, desde hace varios años. Para ser más exactos, la edición del 2019 –que igualmente no se llevó a cabo–, fue la que marcaría el evidente declive de lo que antes era el gran acontecimiento de la ciudad a lo largo del año y la fuente más importante económica para el turismo en el estado, la otra alternativa de ingresos más importante que tiene la ciudad.
Lo de este año se veía venir. No era nada nuevo que la edición 2021, la que debería ser la edición 52 –sin quitarle una edición como lo vienen maquilando desde el año pasado- no se llevaría a cabo, pues ni siquiera la empresa taurina de turno– de la que dicen que aún debe emolumentos y honorarios a algunos de sus empleados de la edición del 2020- se molestó en bosquejar lo que pudiera haber sido alternativas si la pandemia de Covid-19, no se hubiese acentuado tras las fiestas decembrinas, en especial a comienzos de este mes, donde se desató los casos en localidades cercanas como Ejido, Tabay y Tovar. Por lo menos en San Cristóbal tenían a la "vuelta de la esquina" toreros y ganaderías y fechas definidas. En Mérida ni atisbos de algo que oliera a fiesta brava.
Y precisamente lo de la fiesta brava en la "Ciudad de los Caballeros" como le denominó don Tulio Febres Cordero, está en situación delicada a pesar del esfuerzo por mantener afición. Sobreviven par de programas taurinos de radio en la parrilla semanal, se escribe algo de toros por las páginas web de los pocos diarios y blogs que quedan vigentes, y en las esquinas de las calles del centro de la capital algo se habla de toros, pero ese ambiente que había a mediados de los años 90 y en la primera década de este siglo, quedan solo vestigios. No se ha sembrado afición desde entonces fruto también de la decadente gestión empresarial y administrativa de la Plaza de Toros de Mérida, la que lleva por nombre "Román Eduardo Sandia"…
En fin, es noticia de un ayer, el que el alcalde Alcides Monsalve salga a decir que no hay Feria del Sol 2021, cuando nunca hubo intención de hacerla, ni ahora ni mucho menos desde el mismo momento cuando termino la edición anterior. El saldo y los resultados están a la vista.
Ojalá y este sombrío y apesadumbrado ambiente que vive la ciudad –no solo en el taurino sino en lo social y económico– cambie más pronto que tarde, con una actitud también que motive ir a ver toros a la Plaza de Toros de Mérida, la que en algún momento albergó una de las aficiones taurinas más cultas y apasionadas".