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Teófilo Gómez: Afición en tiempos de pandemia

Martes, 09 Jun 2020    Monterrey, N.L.    Martín Banda | Foto: Archivo   
La familia Gómez Canobbio relata la situación de su ganadería
Además de la pandemia, los ganaderos de México enfrentan otro problema con el que lidian cada año y que en algunos casos tiene solución, como es la falta de agua en sus ranchos, la cual se puede aminorar si antes han excavado pozos a profundidad para extraer el vital líquido.

Una de estas ganaderías, de las principales de la cabaña mexicana es la de Herederos de Teófilo Gómez, que se ubica en el rancho San José la Venta, en el municipio de San Juan del Río, Querétaro, a pocos minutos de las zonas urbanas.

La región, como toda la del centro del país es semi desértica, predominando los árboles de pirul, huizache y las nopaleras. La fauna que sobrevive en el lugar son algunos coyotes, gatos montes, águilas, patos, garzas y hurracas.

Solo los bramidos de los toros rompen el silencio y la quietud del campo agreste. Buscan su alimento en la mañana y en la tarde, antes de esperar a que salga la luna y muestre a lo lejos sus siluetas, en lo alto de la loma.

José Manuel Gómez Canobbio, como sus hermanos José Roberto y Silvia, lleva con paciencia las riendas de la ganadería que con mucho cariño y amor por la fiesta fundó su padre, don Teófilo Gómez, al comienzo de los años ochenta.

"Justamente hace unos días, el 3 de junio, cumplimos 36 años que lidiamos el primer encierro para corrida en Puerto Vallarta, en la que alternaron los hermanos Ricardo y Luis Fernando Sánchez, de Aguascalientes", comenta jubiloso el ganadero.

Y es que además de imprimirle júbilo a lo que hacen, es la pasión o "la locura" como él le llama, a la ilusión de ver sus toros lidiarse en una plaza y no dejarlos morir en el campo por la sequía, o mandarlos al rastro, por la pandemia.

"No ha caído una gota de agua y la sequía es tremenda. Todo el ganado está comiendo del pesebre y es que, en general, en distintas zonas del país andamos muy mal de lluvias y ya muchos ganaderos andan queriendo tirar el arpa. Pero en esto habemos unos ganaderos más locos que otros", señala.

La pandemia del coronavirus los tiene aislados en el rancho y hasta han implementado la medida de "nadie sale, ni nadie entra" para evitar contagios.

Relata que la ganadería fue fundada en 1981 por su padre, el matador Teófilo Gómez, con simiente de Pepe Garfias y después el hato fue refrescado con vacas y sementales de San Martín, de Pepe Chafik y Marcelino Miaja. Hoy en día la dehesa es una de las preferidas que se disputan las figuras en los despachos de las empresas.

"Ahorita todas las ganaderías estamos pasando por un momento muy crítico. Nosotros tenemos cuatro encierros que se debieron haber lidiando desde la Feria de Aguascalientes, Tijuana, Monterrey y aquí están en casa comiendo".

Dijo que a esto conviene verle el lado bueno de las cosas, ante la incertidumbre que prevalece de cuándo y dónde será la fecha que podrán ser lidiados.

"Son meses más que los toros están aquí y están gordos y puestos. Gracias a Dios sólo hemos tenido una baja, por las peleas que suceden entre ellos en el campo, pero es que en esas edades y en esos kilos en los toros se complica mucho su carácter", añade.

El ganadero justifica el esfuerzo suyo y de sus hermanos.

"Eso sí, cuando se lidien van a haber toros de cinco años, vamos a tener muchos de esa edad, pero como todo mundo no sabemos qué va a pasar. Mis hermanos y yo hemos tenido que comprar más alimento y meterle dinero de otro lado a la ganadería para poder seguir adelante".

José Manuel dice que sería injusto mandar los toros al rastro y que prefiere gastar, pero verlos lidiar la sangre de su divisa en una plaza de toros.

"Es más que todo la ilusión que tiene uno por lidiar sus toros. Hiciste empadres, seleccionaste, invertiste mucho más que trabajo y dinero en ilusión y dedicación. No sabemos cuál va a ser nuestra nueva realidad, pero no nos queda otra más que aguantar y ver cómo vamos sorteando todas las vicisitudes que se nos presentan, económicas y de salud de aquí en adelante", expresó.

Sin más rodeos, el ganadero opinó que todavía es tiempo que sus demás compañeros echen el resto, que no se den por vencidos y hagan el esfuerzo por seguir con los toros en el campo.

"Yo les diría que tengamos calma, todo se va a solucionar y no nos queda de otra que seguir "entorilados" en los ranchos para poder tener salud, teniendo salud podemos salir adelante con nuestros toros. Ya veremos en el regreso a la nueva normalidad las formas de irnos modernizando. De seguro tendrá que haber muchos cambios, no sé cuáles, pero tendremos que cambiar todos. Vamos a tener que ver mucho en cómo llevar al público otra vez a las plazas, cuánta distancia habrá entre ellos, no sabemos qué va a pasar y es que no están claras las normas que hay dicho el gobierno", apuntó.

Al respecto de las cifras de contagios y muertes proporcionadas por el gobierno, mantiene cierta incredulidad:

"Yo creo que no. Por todos lados se oye que gente falleció, pero salen con unas cifras, cuando el país es tan grande, quien sabe, el caso es que ahorita no se puede salir, estamos todos como muy normales, pero ya llevamos encerrados desde el 15 de marzo. ¡Ya es mucho tiempo!, la gente también tiene que trabajar. Los patrones, nosotros., hemos exprimido por todos lados para pagar gastos, rayas, seguro social. Entre mis hermanos y yo hemos estado muy al pendiente de nuestro rancho y de la gente que aquí trabaja, poniendo dinero personal de cada uno, pero no sabemos cuándo va a acabar todo esto. Ojalá que ya sea pronto", finalizó.


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