El encierro de San Miguel de Mimiahuápam, no fue sencillo de lidiar. Los toros con edad no lo son. Eso precisamente, le da un mérito adicional a la entrega y disposición de los toreros acartelados hoy en Autlán. Además, excepción hecha del sexto, le exigieron fuerte a los montados, hasta enviar al hospital al de castoreño Ángel Juárez, por un tumbo que le echó encima al caballo, cuando estaba caído sobre el estribo.

Promovido como un festejo conformado por matadores que cubren el segundo tercio, en realidad actuaron espadas comprometidos consigo mismos y el público de ésta cálida ciudad. Porque, lo de banderillear, hoy no se le dio a la terna. Los subalternos se ahorraron el segundo tercio de toda la corrida. Pero con toros que aprietan, y en un ruedo con menos de treinta metros de diámetro, con poquito que se lo propongan los astados, ya entableraron al torero.

Leo Valadez avanza con paso firme hacia la cima. Hoy mostró lo que es capaz de hacer con toros que requieren ser lidiados con valor y conocimiento, y el de Aguascalientes estuvo a la altura. Fue una faena muy bien construida a "Auténtico", primero de su lote. Paso a paso terminó por meterlo en la canasta Realizó también la mejor estocada de lo que va del serial. Dos orejas indiscutibles. 

Con entrega e inteligencia estuvo con el que cerró plaza. Pacientemente, con base a ponerse en el sitio exacto que requería el limitado recorrido del sanmiguelense le hizo una buena faena. Estocada rinconera, pero la faena bien mereció ser premiada. Ni en los toros de invitación, ni en el propio anduvo muy certero con los palos. Tampoco lo permitieron mucho los toros.

A "Sensei", toro que abrió el festejo, Uriel Moreno "El Zapata" lo bregó con acierto, y convencerlo con paciencia que humillara. El toro no se dejó del todo, pero sí construyó un trasteo de mucho interés. Se dio tiempo, incluso, a realizar su cosas. Cuando invitó a sus alternantes a cubrir el segundo tercio intentó un par al violín, donde fue achuchado peligrosamente. Sepultó una estocada casi entera, aunque delantera. El juez de plaza Javier Medina consideró más la faena que el acierto a la hora de matar, y mostró un pañuelo.

Al segundo de su lote, que galopó con alegría y ritmo en su tranco de salida, y que nos hizo concebir muchas esperanzas, le dio por rematar con estrépito en un burladero y al llegar al peto del caballo de pica, terminó de fracturarse el pitón derecho. El sustituto, de nombre "Conciliador", para nada lo fue. El Zapata estuvo muy serio y concentrado con él, en una faena –oiga usted esto– sin música. Ni falta que hizo; el público estaba muy atento a lo que hiciera Uriel Moreno en su faena. Falló en la suerte suprema, pero escuchó una ovación al tercio.

Gerardo Rivera está ya en el camino. Parece haber superado ese bache del que ahora sale airoso. Sus dos ejemplares, al igual que el resto de la corrida había mucho por torearles. Afrontó con seriedad el compromiso, y tuvo el premio de un apéndice con el primero de su lote. Estuvo muy dispuesto con el complicado sexto de la tarde y fue llamado al tercio. Incluso lleva a sus vitrinas el trofeo "Herradura" al mejor par de la tarde.