La mañana de este lunes, falleció a la edad de 73 años, en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, quien fuera por veinticinco años médico de la plaza monumental "Vicente Segura", el doctor Rodolfo Samperio León, noticia que ha causado pesar en el medio local y también general, pues fue padre del matador Pablo Samperio Llano, y del forcado en retiro Luis Rodolfo, pues de siempre, tanto amistades como gente del toro, le tuvieron mucho cariño, afecto y respeto, tanto por su noble profesión, como por su calidad extraordinaria de persona.

Samperio León fue miembro de una numerosa familia avecindada en la ex hacienda de Tecoaco, perteneciente al municipio de Epazoyucan y cercana a la capital de Pachuca. Estudió medicina y ejerció su profesión tanto en los sanatorios públicos, como el IMSS y el ISSSTE, de donde ya era jubilado, así como privados, distinguiéndose también por su labor en el Patrimonio Indígena del Valle del Mezquital.

Rodolfo Samperio no había tenido roce con la Fiesta de los toros, hasta que su hijo Pablo decidió hacerse novillero, luego forcado y finalmente matador de toros, pero fue el suceso terrible de cuando su hijo mayor, Luis Rodolfo, como forcado, recibe una grave cornada en Tula de Allende, en marzo de 1992.

Lo anterior,  lo orilla a pertenecer al Capítulo Mexicano de la Sociedad Internacional de Cirugía Taurina, convirtiéndose casi enseguida en el médico de plaza del coso pachuqueño, pero que también lo fue en varios poblados y pequeñas localidades de Hidalgo, dadas las muy precarias condiciones médicas que han existido de siempre en festejos menores.

Dentro de su carrera como cirujano taurino, atendió a matadores como Juan Luis Silis, cuando recibió aquella grave cornada en la cara; a Mónica Serrano, Miguel Ortas “Miguelete”, Arturo Macías, Alejandro Buenaño, Luis Gallardo,  Sergio Aguilar, a Manolo Guevara, a su propio hijo. A forcados como Fernando Enciso, Miguel Louceiro, David Rivero, y también a su propio hijo, así como banderilleros y otros personajes de la Fiesta, como la cornada grande que recibió el torilero Eduardo Ballesteros hace cerca de seis años.

El doctor Samperio fue un referente en la cirugía taurina no solo en la capital del estado sino en Hidalgo, participando en todos los congresos que fue posible, exponiendo casos como el del matador Silis, tratando de estar siempre actualizado.

Desde hace un tiempo le aquejaba un cáncer gástrico, y el próximo mes de abril habría cumplido 74 años. Le sobreviven su esposa, doña Patricia Llano, y sus hijos Itzel, Pablo y Luis Rodolfo Samperio Llano.

Descanse en paz tan distinguido médico, caracterizado por su bonachonería, sencillez, amabilidad, un hombre que siempre le tendió la mano a quien lo necesitara, y como recordaremos, apenas en octubre pasado fue objeto de un sentido y merecido homenaje, develándose una placa en el callejón de la "Vicente Segura", y dando una emotiva vuelta al ruedo en lo que fue su despedida.

Se informó que su cuerpo será velado en las instalaciones de la funeraria "Arriaga Patinum" que se ubica en el boulevard Felipe Ángeles número 302, en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, a partir de las 17:00 horas de este lunes.