...Y si las novilladas se han convertido en festejos "deficitarios"...
La temporada de novilladas de la Plaza México aún no comienza, y la empresa no ha dicho nada al respecto. Y mientras los rumores campean a sus anchas en los medios de comunicación y las redes sociales, generando incertidumbre entre la afición, bien merece la pena recordar que en 2016 la campaña arrancó a mediados de septiembre, algo a lo que nadie estaba acostumbrado.
El cambio de administración del coso de Insurgentes optó por hacer un ambicioso "experimento" que hoy día, al cabo del tiempo, ha rendido frutos que están a la vista, pues ahí hay ya novilleros atractivos, con nombre y apellido, que en estas semanas dan de qué hablar en Europa, para orgullo del México taurino.
De esa camada que actuaron en 2016, los más destacados son Héctor Gutiérrez, Miguel Aguilar, Isaac Fonseca y El Galo, que paso a paso han ido madurando, y que ya desde su debut como becerristas en el máximo escenario, dejaron muestra de sus condiciones para destacar en esta difícil profesión.
Asimismo, ahí están otros novilleros que, sin haber contado con el apoyo para formarse a España, andan dando guerra, como es el caso de Sebastián Ibelles, que también se presentó ante el público capitalino en esa temporada sui generis, la primera que organizaba Tauroplaza México al iniciar su gestión.
Diego San Román no toreó en esa campaña, pero seguramente será uno de los nombres fijos en los carteles de las distintas plazas del país. De hecho, ya está anunciado, a la par que Héctor Gutiérrez, en las novilladas que habrá el sábado 5 de octubre en Juriquilla, así como en la del día siguiente de Guadalajara.
La labor hecha en meses pasados por empresas emergentes como la de La Florecita, o la de la Plaza Arroyo, que ya lleva muchos años haciendo el esfuerzo, deben ser aprovechados para integrar a los novilleros punteros con los que han venido destacando.
Tal es el caso de Cristian Antar, y otros más a los que hay que todavía hay que tenerles un poquito de paciencia, como a José María Hermosillo o a Juan Pedro Llaguno, porque sin duda tienen cualidades para sobresalir.
"¿Qué no hay toreros en México?", se escucha a veces por ahí. ¡Claro que los hay! Desde luego que ya no con el tirón popular de los novilleros de otra época, porque, para desgracia de todos, la Fiesta ha visto mermado su grado de popularidad, y no es momento de analizarlo. Pero de que hay material para trabajar y ofrecer algo interesante al público, desde luego que sí.
Y si las novilladas se han convertido en festejos "deficitarios" para las empresas, hay que tratar de revertir esta circunstancia, y llevar a cabo estrategias de publicidad y promoción como la que cada año se hacen en la plaza "San Marcos" de Aguascalientes, donde ir a las novilladas representa un punto de encuentro social de los aficionados más jóvenes.
No hay que ir demasiado lejos para encontrar un buen ejemplo de éxito en la taquilla. Habría que analizar los antecedentes de este singular hecho, así como su trascendencia para tratar de replicarlo en otras plazas.