El 6 de abril de 1931, hace 88 años, confirmó su alternativa en la ciudad de Madrid, España, uno de los toreros de mayor calibre que ha dado nuestra tierra mexicana, como lo es el maestro Jesús Solórzano Dávalos, mejor conocido como "El Rey del Temple".
Aquella tarde, Solórzano recibió la cesión de trastos de manos de Nicanor Villalta, y como testigos Joaquín Rodríguez "Cagancho" y Gitanillo de Triana. Los toros procedían de la ganadería de Bernardo Escudero y el de la ceremonia llevó por nombre "Espartero".
Su primera alternativa la tomó el 15 de diciembre de 1929, en el Toreo de la Condesa, llevando como padrino a de manos de Félix Rodríguez, mientras que el testigo fue Heriberto García. El toro se llamó "Cubano", de Piedras Negras.
Solórzano llegó a este doctorado luego de una etapa importante como novillero, en la que ganó la Oreja de Plata, en el Toreo, la tarde del 8 de septiembre de 1929, tres meses antes de convertirse en matador. Había debutado de luces en Acambaro, Michoacán, el 9 de mayo de 1927.
Nacido en la ciudad de Morelia, Michoacán, el 10 de enero de 1908, Jesús Solórzano recibió una segunda alternativa, en España, lo cual aconteció el 28 de septiembre de 1930, concretamente en la ciudad de Sevilla, llevando como padrino a Marcial Lalanda y como testigo a Cayetano Ordóñez "Niño de la Palma", con toros de Pallares Hermanos.
Torero artista, con una gran sensibilidad para el toreo de capote y empaque en sus trazos de muleta, además de ser un estupendo banderillero, Solórzano se convirtió en una de las figuras más destacadas de su época y el aroma derramado en los ruedos llega hasta nuestros días con varios toros que inmortalizó en El Toreo de la Condesa como "Tortolito", "Cuatro Letras", "Leonés" o "Revistero", en Madrid, entre muchos otros.
Dijo adiós a los ruedos el 10 de abril de 1949, en la Plaza México, lidiando una corrida de Matancillas. Tras caer enfermo, falleció el 24 de septiembre de 1983, a la edad de 75 años