Con la madurez de los años, en plenitud de facultades y agradecido con todo lo que el público de la capital le reconoció como torero, Alfredo Ríos "El Conde" se despedirá el próximo domingo de la Plaza México, previo a su retiro definitivo en marzo, en Guadalajara.
No será una corrida más para el tapatío que en 25 años como matador de toros ha vivido del triunfo como novillero y de temporadas muy buenas como matador en sus primeros años, pero también del rechazo empresarial que lo alejó durante ocho años del público del coso de Insurgentes.
En la tranquilidad de la ganadería de San Antonio de Triana, donde tantas veces entrenó antes de ir a una plaza como novillero y la que ha sido como "su casa" todos estos años, Alfredo repasa sus movimientos estéticos como quiere verse delante del toro, alejado ya de aquella imagen que guardan todavía los aficionados que le vieron ejecutar suertes antiguas, como el salto de la garrocha, el tancredo o la suerte de poner banderillas sentado en la silla.
"De entonces, ahora, cambié radicalmente. Antes no tenía el asentamiento de hoy, pero también pasé por varias manos y en eso también los conceptos van cambiando, desde el Algabeño, Manolo Martínez, hasta tener amigos como Morante y Ponce, de los que les vas aprendiendo muchas cosas".
"Fuera de eso no imagino nada como será mi despedida del domingo en la México. Espero que como me he estado preparando, en el momento que estoy, cómo estoy y el concepto que tengo ahorita del toreo, sólo espero que un toro me embista 20 veces, no quiero más". Precisó.
La personalidad de El Conde sigue intacta aún en las entrevistas. Recuerda en parte al que fue su maestro, parco en el hablar, franco, derecho, tajante…. Pero por momentos hilado en la conversación con conceptos poderosos.
"Realmente no hay muchos toreros que metan la gente a la plaza que se acaben el papel. Hay toreros interesantes pero hasta ahí. No es que no haya oportunidades, sino que simplemente no hay cancha para la mentalidad que tienen de hacer los carteles totalmente distintos". Agregó.
El tapatío dijo que no se va dolido de la fiesta por esta falta "de cancha" que no ha encontrado en los carteles de los últimos años.
"Es muy respetable sus conceptos y ellos sabrán sus resultados (de las empresas), nosotros no entramos en ese concepto de combinar los carteles con otras figuras o con jóvenes que van empezando. Las últimas corridas que he estado toreando es porque se me ofreció la despedida, sino de otra forma no las estuviera toreando". Refirió.
Luego de su confirmación de alternativa en Las Ventas en la Corrida de la Hispanidad del 2010, la vida de El Conde dio un giro, al relacionarse con figuras importantes de España.
"El acercarme a ellos ha sido reciproco. Toreros tan importantes como ellos no es nada más de que tú quieras estar con ellos, sino que ellos quieran estar contigo. Con los que he convivido en mi carrera taurina han sido toreros muy importantes desde el maestro Manolo, Mariano Ramos, de toda mi admiración y respeto, de los maestros Miguel Espinosa, Arruza, Gutiérrez, toreros que no era fácil convivir con ellos
Ahora tengo amistad con Morante y Enrique Ponce y de convivir y saludarte bien con José Tomás, que te ven bien y que siento el cariño y respeto de ellos que es lo más importante". Finalizó.