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La temporada de novilladas de la Plaza México se ha desarrollado con éxito artístico, y en las últimas semanas varios toreros que han dejado constancia de su afición, lo que sin duda abona a esa búsqueda de nuevos valores que se necesitan para sostener el espectáculo en los próximos años y que el relevo generacional no se detenga.
Además de lo que han enseñado algunos de los novilleros en su paso por el coso de Insurgentes, mención especial merecen varios de los ganaderos que han lidiado, en una demostración de que la bravura no es un bien tan escaso como a veces parece. Aunque ya sabemos que muchas veces la percepción supera a la realidad.
Desde luego que se trata de ganaderías que no suelen ser elegidas para los carteles donde aparecen las figuras extranjeras, ya que algunas de ellas apenas se encuentran en fase de consolidación. Y también hay que considerar que los novillos embisten más que los toros en su edad adulta, pero lo importante es que en todos los festejos que se han llevado a cabo hasta ahora se han visto muchos ejemplares de nota alta y eso no es obra de la casualidad.
Ahora es cuestión de que los veedores de las figuras sigan el hilo a estos triunfos, pregunten cuáles sementales y familias de vacas están ligando con más regularidad, y que luego se preocupen por acudir a las tientas de estas ganaderías para encontrar esa veta de bravura y buen estilo que siempre está latente. Se trata de un trabajo muy difícil pero que al cabo del tiempo trae consigo grandes recompensas cuando se hace bien.
Por otra parte, el hecho de haber adelantado la temporada de novilladas, ante la inminente demolición del Estadio Azul, ha sido otro factor interesante que debe ser tomado en cuenta para el futuro, ya que en los meses de marzo y abril es cuando hay un mejor clima en la Ciudad de México que en los lluviosos meses de verano.
Lamentablemente, esta circunstancia no se ha visto favorecida con la afluencia de público a los tendidos, no obstante el reducido precio de los boletos. Las entradas han sido muy pobres, pero eso sólo es consecuencia del descuido en el que se encontraba la otrora Temporada Chica durante tantos años. Así que ahora la inversión es a largo plazo y hay que tener la paciencia.
De la misma manera, las vacadas han servido para determinar las cualidades de los toreros más nuevos y otros que, sin haber tenido demasiadas oportunidades, comienzan a ser familiares para la empresa capitalina, que está tomando nota de todos estos detalles emulando la gran labor que se hizo en Tauromagia Mexicana, que tan buenos profesionales y figuras jóvenes ha aportado al toreo en años recientes.
Este importante trabajo, sumado a las novilladas sin picadores, que deben ser el formato indicado de la primera formación de los aspirantes a toreros, conforman un alentador esquema que no debe de perder el rumbo que se ha trazado.
El camino es largo y nada fácil, pero es el único. Y lo más trascendente es que da la impresión de que la unidad de los sectores que conforman a la Fiesta ha entendido el mensaje.