Aunque no en un cartel de gran calado, Sergio Flores fue anunciado para actuar el 13 de mayo en Las Ventas de Madrid y poco importa la circunstancia, sino el hecho mismo de volver a pisar el coso más importante del mundo y tener una oportunidad dorada de dar un fuerte golpe de atención a nivel internacional.
En lo personal, me da gusto que Sergio haya ganado a ley estar en San Isidro. Recuerdo muy claramente la conferencia de prensa en Arroyo a la que citó hace un par de años su apoderado, Roberto Viezcas, presentandop una encerrona en Tlaxcala que buscaba ser un revulsivo, pues el tema no remontaba del todo pese al indulto en 2015 del bravo "Gibraltar", de Xajay, en La México.
Como para tantos que inician en esta profesión, el camino que ha transitado Sergio Flores no ha sido sencillo y en muchas ocasiones con el hecho de verse lejos del circuito de los matadores jóvenes que torean en todos lados y en los carteles más rematados.
De bases humildes y surgido desde abajo, el momento actual por el que atraviesa el torero tlaxcalteca es fruto de la constancia, de tener esa paciencia para saber llegar y mantenerse.
Después de la alternativa, recibida en Bayona en 2012, no fueron fáciles los primeros años y, aunque tarde tras tarde daba buenos argumentos, las oportunidades no llegaban en el número y calidad que, desde nuestra óptica, iba mereciendo el tlaxcalteca.
Y si bien es cierto las estadísticas suelen ser frías, los triunfos en las temporadas mexicanas son reflejo de un concepto que avanza a paso firme. Sergio tiene una manera de torear en la que destaca su variedad en quites y un trazo largo de su muleta, sabor que adereza con una gama de suertes que denotan su frescura.
Aunado a su constante evolución taurina, que le ha llevado a ser el máximo triunfador de Temporada Grande por segundo año consecutivo, hay que mencionar que es un ser humano sencillo y educado, de un trato amable, lo cual todavía lo engrandece más.
Lejos de cobas personales, Sergio Flores no afloja el paso ni un sólo día y vive entregado a su profesión, concentrado en la ganadería de Caparica junto a su apoderado Roberto Viezcas, un hombre que siempre ha creído a él y le ha apostado con un trabajo serio y profesional, al igual que Tauromagia Mexicana en sus inicios.
En Sergio Flores hay un torero con proyección para figurar en un plazo no muy lejano y esta tarde que tendrá en Madrid no es otra cosa que justicia plena. La constancia tiene sus recompensas y el todavía joven espada mexicano cuenta con un fondo sólido para seguir su camino en ascenso.
El tema difícil es la cuestión de no aflojar y mantener esa mentalidad que le ha permitido sortear los obstáculos para llegar a las metas que se ha propuesto.