Antonio Romero se mantiene entrenando en distintas ganaderías del país, y ayer tocó turno en Piedras Negras, donde compartió el amplio redondel de la plaza de tientas con Jerónimo, uno de los tentadores de esta casa tlaxcalteca.

El ganadero Marco Antonio González Villa que dirige los destinos de este legendario hierro les echó cuatro becerras y dos toros.

Romero demostró su bien aprendido oficio para dibujar momentos interesantes con las dos becerras que le correspondieron en suerte, y luego hizo lo propio con el toro. En ambos casos, el ganadero ordenó que se pusieran de largo al caballo varias veces, como suele ser en esta casa ganadera.

Marco González fue muy riguroso para calificar su ganado y se mostró satisfecho e invito a los asistentes, entre los cuales había varios criadores de bravo de la región, para compartir el pan y comentar lo sucedido en el ruedo.

Jeronimo tuvo en suerte un extraordinario lote y disfruto de la bravura y recorrido de sus dos vacas, con el toro aprovecho las excelentes condiciones de acometividad y gran clase de un cárdeno muy cornalón que además tuvo clase y bondad.

En la tienta también participaron el matador retirado Raúl Ponce de Leon, los novilleros Ulises Sanchez y Rafael Soriano, así como los alumnos de la escuela taurina de Jesus Villanueva.

Antonio Romero agradeció al ganadero por apoyarlo en su recuperación y también en la preparación para su presentación este lunes en Plaza Mexico, en el marco de la séptima corrida de la Temporada Grande, en la que compartirá créditos con los hidrocálidos Fabián Barba y Gerardo Adame, para lidiar toros de Rancho Seco.