Muere el matador Gregorio Sánchez
Jueves, 22 Jun 2017
CDMX
Redacción | Foto: Ángel de Antonio | abc.es
A la edad de 90 años y de causas naturales
El matador español
Gregorio Sánchez falleció hoy, a la edad de 90 años en su casa de Galicia, y de causas naturales, hecho que viene a enlutar nuevamente al medio taurino en el que deja su recuerdo como un torero de indómito valor y por haber sido el maestro de
Julián López "El Juli" en la Escuela Taurina de Madrid, donde forjó a muchas generaciones de toreros.
Gregorio Lozano Sánchez, mejor conocido como "Gregorio Sánchez", nació el 9 de mayo de 1927 en Santa Olalla, provincia de Toledo. Pasó muchas penurias en la posguerra, donde vio como siete de sus once hermanos fallecían, además de su padre, que fue fusilado. Entonces encontró en el toro la vía de escape para huir del hambre y la miseria.
Su debut en público tuvo lugar en 1948, cuatro años más tarde debuta con picadores en Guadalajara, presentándose en Madrid, primero en Vista Alegre, en 1953, y después en Las Ventas, en 1954.
Tomó la alternativa en Sevilla el 1 de abril de 1956 con el padrinazgo de
Antonio Bienvenida y en presencia de
Joselito Huerta, y en junio del mismo año la confirmó en Madrid, la primera de las muchas tardes de gloria que dio en el ruedo capitalino, donde toreó 50 corridas de toros, logró 39 orejas, además de ser uno de los pocos toreros en lograr cuatro apéndices en una misma tarde.
Salió diez veces a hombros de la plaza de Las Ventas de Madrid, una cuando era todavía novillero. En este escenario tiene un palmarés difícil de igualar. Es el cuarto matador que más trofeos ha conseguido en la historia de Las Ventas, donde toreó dos encerronas. Siempre se le recordará por despachar en apenas 80 minutos seis toros en solitario, de la ganadería de Barcial, a los que, además, cortó un total de siete orejas.
En la Plaza México confirmó la alternativa el 2 de diciembre de 1956, de manos de Manuel Capetillo y ante el testimonio de Humberto Moro, con el toro "Vivaracho", de la ganadería de La Laguna, con el que dio una vuelta al ruedo. Al domingo siguiente toreó otra tarde en compañía de Fernando de los Reyes "El Callao" y el propio Moro, con ejemplares de Tequisquiapan.
Fue en la entonces tradicional corrida a beneficio del Montepío de Toreros del 19 de junio de 1960 cuando Gregorio Sánchez se instauró definitivamente en la cúspide del toreo de la época, lo que llevó a ser líder del escalafón durante dos temporadas (1957 y 1958).
Su poso como torero de corte clásico y dominadoras formas quedan ya para el recuerdo. El año pasado se descubrió en la plaza de toros de la capital un azulejo que homenajeaba "sus nueve puertas grandes en Las Ventas y su magisterio impartido en la escuela taurina de Madrid", un acto al que ya no pudo asistir y al que acudieron sus hijos.
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