Anecdotario de Giraldés: El valor de Ignacio
Sobre la rivalidad entre Ignacio Sánchez Mejías y Rodolfo Gaona
Mucho se habló y escribió sobre Ignacio Sánchez Mejías. Se afirmaba que era un torero con buena técnica, mucho carácter, personalidad y valor. Quienes lo conocieron aseguraban que su mayor cualidad fue su inteligencia... nunca dio un paso sin pensar antes en las consecuencias: "¿Me conviene?", se preguntaba antes de emprender algo nuevo.
A finales de 1920 llegó a México por segunda vez, contratado para tomar parte en la temporada de ese año. Desde el primero día se dedicó a molestar a Rodolfo Gaona y a los gaonistas, y seguramente se preguntaría: "¿Me conviene?".
Sánchez Mejías sabía que Gaona era mucho mejor torero que él; lo importante era provocar la competencia, conseguir que el público lo enfrentara con El Califa de León. Y lo logró.
A base de valor y de jugársela tarde a tarde, Ignacio convenció, tuvo triunfos importantes y, además, en seguida encontró el respaldo de esa gente malinchista, dispuesta siempre a colocarse abiertamente en contra de todo lo mexicano.
Al grupo antigaonista se sumaron algunos cronistas taurinos mexicanos, entre ellos Armando de María y Campos, quien en una entrevista, le preguntó a Rodolfo Gaona: "¿Ha visto usted algún torero con tanto valor como Sánchez Mejías?"
-He visto a muchos con más valor -afirmó con rotundidad el gran Rodolfo. -Con valor más sereno: Ricardo Torres "Bombita", Juan Belmonte, Luis Freg, Vicente Pastor... si usted supiera de esto, que no sabe, se habría dado cuenta de que ése más que valiente, es valentón -afirmó Gaona.
Pasaron tres meses. Sánchez Mejías contrajo la enfermedad de la tifo y estaba gravísimo. En aquella época, esa enfermedad les abría a muchos las puertas del cementerio.
Reunido Rodolfo Gaona con varios amigos, uno de ellos comentó. "Ignacio sigue muy enfermo. Ha cambiado de doctor. Ahora lo está atendiendo el doctor Cuesta".
-¿Quién has dicho? -le preguntó Gaona.
-El doctor Cuesta, Carlos Cuesta Baquero...
Gaona no dejó que su amigo terminara la frase y se apresuró a exclamar: "¡Qué valor tan grande tiene Sánchez Mejías! Se necesita ser muy valiente para ponerse en manos de ese doctor".
El Califa de León no podía ver ni en pintura a Sánchez Mejías... pero le caía pero, ¡mucho peor!, el doctor Cuesta, quien escribía de toros firmando como "Roque Solares Tacubac", y se había metido muchas veces con Gaona de forma injusta con él. Así que se entiende que El Indio Grande haya aprovechado la frase de su amigo para lanzar aquella guasa en contra del conocido galeno.
A finales de 1920 llegó a México por segunda vez, contratado para tomar parte en la temporada de ese año. Desde el primero día se dedicó a molestar a Rodolfo Gaona y a los gaonistas, y seguramente se preguntaría: "¿Me conviene?".
Sánchez Mejías sabía que Gaona era mucho mejor torero que él; lo importante era provocar la competencia, conseguir que el público lo enfrentara con El Califa de León. Y lo logró.
A base de valor y de jugársela tarde a tarde, Ignacio convenció, tuvo triunfos importantes y, además, en seguida encontró el respaldo de esa gente malinchista, dispuesta siempre a colocarse abiertamente en contra de todo lo mexicano.
Al grupo antigaonista se sumaron algunos cronistas taurinos mexicanos, entre ellos Armando de María y Campos, quien en una entrevista, le preguntó a Rodolfo Gaona: "¿Ha visto usted algún torero con tanto valor como Sánchez Mejías?"
-He visto a muchos con más valor -afirmó con rotundidad el gran Rodolfo. -Con valor más sereno: Ricardo Torres "Bombita", Juan Belmonte, Luis Freg, Vicente Pastor... si usted supiera de esto, que no sabe, se habría dado cuenta de que ése más que valiente, es valentón -afirmó Gaona.
Pasaron tres meses. Sánchez Mejías contrajo la enfermedad de la tifo y estaba gravísimo. En aquella época, esa enfermedad les abría a muchos las puertas del cementerio.
Reunido Rodolfo Gaona con varios amigos, uno de ellos comentó. "Ignacio sigue muy enfermo. Ha cambiado de doctor. Ahora lo está atendiendo el doctor Cuesta".
-¿Quién has dicho? -le preguntó Gaona.
-El doctor Cuesta, Carlos Cuesta Baquero...
Gaona no dejó que su amigo terminara la frase y se apresuró a exclamar: "¡Qué valor tan grande tiene Sánchez Mejías! Se necesita ser muy valiente para ponerse en manos de ese doctor".
El Califa de León no podía ver ni en pintura a Sánchez Mejías... pero le caía pero, ¡mucho peor!, el doctor Cuesta, quien escribía de toros firmando como "Roque Solares Tacubac", y se había metido muchas veces con Gaona de forma injusta con él. Así que se entiende que El Indio Grande haya aprovechado la frase de su amigo para lanzar aquella guasa en contra del conocido galeno.