Parece ser que ahora sí, después de tanto tiempo, los taurinos se han puesto de acuerdo para defender a la Fiesta de una manera más estructurada. Y aunque desde hace varios meses ya se había constituido una institución denominada Tauromaquia Mexicana Siglo XXI, la plataforma no había terminado de despegar de forma estructurada y con un rumbo definido.

Este esfuerzo se ha logrado gracias al liderazgo que ha tenido la Asociación de Ganaderos, que desde hace varios años se ha preocupado por sentar las bases de un proyecto que ya tiene cara, y que a partir de ahora tratará de encauzar las distintas iniciativas taurinas que caminaban de manera desarticulada.

El encargado de encabezar a Tauromaquia Mexicana Siglo XXI será Pepe Saborit, matador de toros retirado y comunicólogo de profesión, que cuenta ya con una interesante experiencia en esta compleja área de trabajo en la que el mayor logro será encontrar la unidad de todos aquellos que quieran sumarse.

Porque la intención es que al final nadie se cuelgue medallas, pues aquí de lo que se trata es de evitar esos nocivos protagonismos que pueden llegar a desestabilizar un movimiento positivo y entusiasta, que está obligado a llevar la defensa de la Fiesta a buen puerto, y demostrar que tiene la fortaleza institucional suficiente para plantarle cara a la feroz acometida de los animalistas que alienta a los políticos.

Es preciso buscar los apoyos adecuados, las alianzas más favorables, la militancia activa de los aficionados de cualquier condición social y económica, a fin de convertir este movimiento en algo grande, incluyente y propositivo, sustentando en un sólido aparato jurídico. El reto es mayúsculo, pero no imposible.

Y esperemos que los recursos que se aporten no se dilapiden en gastos estériles, sino que se inviertan de manera eficiente y se haga una rendición de cuentas transparente. El éxito del proyecto también recae en este apartado, a fin de que el aficionado que aporte un peso o una idea, tenga la seguridad de que ha sido en beneficio de esa misma causa que nos mueve a todos a dar lo que cada quien pueda.

Otro de los asuntos que tendrán una relevancia mayúscula será el de la comunicación. Es decir, saber exponer las cosas, debatir con astucia en foros políticos, privados o públicos, y enviar un mensaje mediático a la gente de que estamos unidos; de que somos inteligentes, y que vamos a luchar con arrojo para que nuestras garantías constitucionales no sean pisoteadas.

Y una labor trascendente de este movimiento será en torno al tema de la cultura. Debemos explicar qué son los toros y porque forman parte de una tradición con cinco siglos de historia en México, que nos confiere un rasgo de identidad que nos hace diferentes.

Tauromaquia Mexicana Siglo XXI tiene que hacer llamado a la sociedad para que aquellos indiferentes a los que la perversión del animalismo no les ha devorado la conciencia, se vuelquen con esta causa y sean los encargados de inclinar la balanza a favor de la fiesta de los toros, independientemente que no les gusten. Este es uno de los principales objetivos.

Llegó la hora de ponerse a trabajar con una directriz que nos reconforte a todos, por el bien de esa afición que tanto nos apasiona, que nos une, que nos ha hecho vivir muchas horas de intensa emoción en la plaza, y también de lo que conlleva ser aficionado a los toros. No hay que bajar la guardia y luchar con gallardía. Como el toro bravo. ¡Sí se puede!