Hace doce años, Julián Hamdan Cerda, socio activo de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, fundó en el estado de Querétaro la ganadería que lleva su nombre. Porta la divisa integrada con los colores morado y azul rey. Su pie de simiente fueron 100 vacas y tres sementales de San Martín. Esa compra se realizó en 2005, mientras que en 2011 agregó un lote de la misma procedencia formado por doce vacas y otro semental.
En la presente conversación, Julián Hamdan hace una valoración de este su paso por la crianza del toro de lidia en México, durante esta etapa.
“Han sido doce años muy intensos. De mucho trabajo, de mucha entrega, de mucha dedicación, sacrificio, pasión, pero sobre todo de mucho amor al toro de lidia que es el principal protagonista de la Fiesta Brava. Pero todo eso ha valido la pena", externó el criador de reses bravas.
- ¿Qué ha sido lo más difícil de enfrentar en tu inicio como ganadero?
-Desde instalar el rancho, conocer el manejo del ganado y el tema sanitario. Hay que sobreponerse a obstáculos como lograr que el ganado se adapte a las características geográficas y del clima. Es un proceso largo porque se trata de un proyecto a largo plazo.
- Alguna vez en los inicios, ¿tu juventud jugó en contra?
-Sí claro, en un principio había personas que se mostraban con escepticismo hacia mí porque empecé muy joven pero yo siempre estuve seguro de mis convicciones. Siento que la edad no está peleada con tus conocimientos o con tu vocación. Es auténtica porque la traigo en la sangre. Creí en mi, así como en la simiente que le compré a mi tío (Chafik Hamdan), porque era inmejorable, pura de San Martín. Es lo que hasta ahora conservo.
- Ya criaste varias generaciones de toros ¿Qué tanto modificaste lo que compraste de inicio a lo que tienes ahora?
-Voy por la sexta generación de selección propia. He ido definiendo el toro que me gusta, es decir, el toro que como aficionado a mí me llena, que me emociona y me hace aplaudirlo en el arrastre.
- Te reconozco como un aficionado exigente. ¿Cuánto de eso haz logrado plasmar en tu ganadería?
-Ya voy imprimiendo mi sello en los toros. Estoy contento con los resultados del juego que he visto dar a mis toros en las plazas durante estos años. Eso me motiva para seguir trabajando.
- ¿Cómo manejas los libros de la ganadería, en forma digital o con escritura convencional?
- Soy escrupuloso en ese tema por eso los llevo de las dos formas. A la manera tradicional, escribiendo “a la antigüita” con mi puño y letra en libretas como las que se llevaban en San Martín. En ese sentido soy muy romántico, pero también tengo mi software para estar al día
- ¿De qué forma llevas las tientas?
- Soy muy celoso, reservado y discreto. Por eso va poca gente a la ganadería cuando realizo una tienta. Además, yo no tengo la visión de tener un tentador oficial porque me considero ciento por ciento torista, porque el toro es el rey de la Fiesta Brava; es el protagonista.
- ¿Cómo está conformada la ganadería?
-Tengo 170 vientres, en un total 400 cabezas. Se trata de una ganadería de tamaño mediano.
- Además del terreno dedicado al toro ¿manejas cultivos comerciales?
-Sí tengo cultivo de jitomate saladet. Es un complemento para hacer más sustentable el gusto de tener una ganadería de toros de lidia. Tengo la fortuna de estar en el centro del país donde no hay climas extremos y eso me da un respiro, aunque me gustaría que lloviera un poco más.
- Te posicionaste pronto en el gusto en general. Triunfas en muchas plazas. ¿Qué hay en tu futuro inmediato y cuándo vas a lidiar?
- Tengo la satisfacción de que la ganadería ya se ha presentado en la mayoría de las plazas del país. Ya puedo hablar de triunfos importantes en plazas como Zacatecas, Aguascalientes, Texcoco (donde fui triunfador tres ferias); Pachuca, Querétaro, Tijuana, Tlaxcala, San Luis Potosí, Monterrey Puebla, y desde luego la Plaza México (donde he lidiado seis temporadas consecutivas). Actualmente, ya tengo apalabrada una corrida para la Plaza México y dos encierros más con Espectáculos Taurinos de México.