El zacatecano Mariano Sescosse ha tenido una actuación llena de firmeza y clase, dando así muestra de su evolución en el ruedo. Mariano tiene poco menos de un año que debutó de luces en nuestro país; sin embargo, no deja de sorprender la madurez que va tomando, pues este domingo firmó una faena plagada de buenos momentos, tandas de mucha calidad y reposo que se convirtieron en los mejores momentos de una fría tarde en la Monumental Zacatecas donde la lluvia de nueva cuenta se hizo presente en la capital.
Sescosse perdió las orejas por las fallas con la espada, pero queda los muletazos de nota, largos y templados. Quien también destacó por su valor en este primer festejo del certamen novilleril "Descubriendo un Torero" fue el zacatecano Jorge Landeros, alumno de la Escuela de Arte y Cultura Taurina del Estado de Zacatecas, quien se encontró con un novillo de la ganadería de Cerro Viejo que le permitió mostrar sus ganas de querer ser alguien. Pablo Labastida, quien debutaba de novillero en esta tarde, dejó en claro que guarda en su toreo la clase, será cuestión de tiempo para ir afinando, pero el comienzo ha sido bueno.
El festejo abrió con la actuación del novillero michoacano Patricio Ochoa, que saludó por verónicas a "Carbonero", de 425 kilos, del hierro de Guadiana para después realizar un quite por saltilleras. Ochoa dejó pasajes aislados y muletazos de calidad cuando logró dar el toque y la distancia que exigía el novillo de Guadiana que ofreció lo mejor por el pitón derecho.
Al novillo le faltó un punto de transmisión, sin embargo, permitió construir más pasajes por la diestra y aunque al final el novillero lo intentó por el izquierdo fue poco lo que pudo construir, ya que se quedaba corto. Finalizó por bernadinas, y con la espada falló para escuchar las palmas del respetable.
"Poco a Poco", de 389 kilos, de la ganadería de Cerro Viejo, fue el segundo de la tarde y correspondió lidiarlo a para Mariano Sescosse, quien toreó con mucha cadencia con el percal, jugando bien los brazos al dibujar el lance natural por excelencia. Con chicuelinas andantes llevó al novillo al caballo que dio buena pelea, para después adornarse con un quite por chicuelinas que trazó con mucha elegancia.
Su trasteo tuvo la profundidad y calidad en las dos primeras series consiguiendo la cadencia y el ritmo en cada muletazo. El novillo que tuvo nobleza y calidad, se empleó bien en el engaño del zacatecano que continuó hilvanando las tandas con las que mostró su toreo de clase, acompañando siempre el trazo con la cintura, y sobre todo haciendo las cosas con mucha despaciosidad.
Por el izquierdo, de inició el novillo protestó pero terminó por emplearse a la muleta del novillero que dio tiempo a dibujarse con inventiva; con la oportunidad de cortar las orejas, falló con la espada, escuchó un aviso y saludó con fuerza en el tercio.
"Eslabón", de 367 kilos, fue el tercero de la tarde y correspondió al zacatecano Jorge Landeros "El Charro", quien se fue a los medios para intentar saludar con una larga cambiada, sin embargo, el novillo de Cerro Viejo lo arrolló sin mayores consecuencias. El joven buscó de nueva cuenta fijarla atención del novillo y ahora sí pudo dar una larga cambiada de rodillas, para de pie, torear a la verónica.
Vistoso quite y mucho valor y disposición puso en el tercio de banderillas, cerrando con un par de banderillas cortas de rodillas que provocó la emoción del público. Ese arrojo y voluntad la plasmó también en su faena de muleta, siempre buscando hacer las cosas bien, y consiguió pasajes de valía. El novillo terminó por ir a menos, y embestía ya con la cabeza a media altura, y ya en la suerte suprema falló (entró a matar con la zurda), y todo terminó en una salida al tercio.
El cierra plaza llevó por nombre "Gitano", de 391 kilos del hierro de El Grullo, siendo lidiado por el debutante potosino Pablo Labastida (hijo del ganadero del mismo nombre), quien demostró sus buenas maneras, con ideas claras y aunque con el verdor natural, pudo cuajar muletazos templados y con calidad, dejando tres naturales de nota. Será el tiempo y la continuidad en los festejos lo que le permitan a esta promesa del toreo seguir puliéndose, madera tiene. Estocada tendida para que el ejemplar rodara, y aunque se tuvo petición de oreja no fue concedida, escuchando palmas.