El comentario de Juan Antonio de Labra (audio)
Jueves, 30 Jun 2016
Ciudad de México
Juan Antonio de Labra | Opinión
Sobre el panorama novilleril actual y su futuro en la Plaza México
La pasividad que atenaza el ambiente taurino de la Ciudad de México sigue inquietando a la afición, y aunque no se sabe todavía nada oficial acerca de la gestión de la Plaza México, las semanas avanzan y el coso permanece cerrado desde el pasado 21 de febrero.
Han sido cuatro meses de incertidumbre, que se ha agudizado en los últimos días porque ya tendría que haber noticias sobre la Temporada Chica, que suele comenzar el primer domingo de julio. Pero el nuevo empresario, el ganadero Javier Sordo, sigue sin pronunciarse en ningún sentido.
De comenzar la campaña novilleril a mediados de julio, pro ahí del domingo 17, estaría terminando el domingo 2 de octubre, apenas unos cuantos días antes de que la empresa diera a conocer el elenco de toreros y ganaderías para poder vender el Derecho de Apartado.
Quizá este largo tiempo de reflexión haya servido para realizar una estrategia que permita dar lustre a la nueva administración de un coso que durante tantos años se mantuvo en una misma línea de trabajo que escasos logros.
El abandono en el que cayó la Temporada Chica en los últimos años, vista más bien como un castigo y no como la oportunidad de seguir invirtiendo en el futuro de la Fiesta y del negocio de la empresa, terminó diluyéndose hasta caer en el descaro de los ponedores y de las novilladas de selección.
Y aunque se argumente que no hay novilleros que interesen, siempre está la posibilidad de que algunos más nuevos, y otros un poco más toreados, puedan dar la sorpresa en la gran plaza, como ocurrió en épocas pasadas en que le campaña novilleril se esperaba con entusiasmo.
Entretanto, el escalafón mexicano de este año viene a reflejar la escasa actividad que han tenido los novilleros en cosos de provincia, ya que ninguno de los que se encuentran en los primeros lugares rebasa ni siquiera los siete festejos en un lapso de seis meses, lo que representa una preocupante situación.
Aquellos hervideros taurinos que fueron la plaza "La Paloma" de Puerto Vallarta, y sobre todo la Plaza Arroyo, que celebraban importantes temporadas de novilladas, ya son cosas de otro tiempo. Hoy día algunos empresarios con más entusiasmo y visión se han visto obligados a organizar ciclos de vacadas a ver si de ahí surgen algunos toreros que puedan interesar. Pero eso no es suficiente, por desgracia. Se necesita el impulso de la plaza grande.
Por otra parte, la amenaza antitaurina sobrevuela la Ciudad de México cuya próxima asamblea legislativa deberá entregar una constitución el martes 31 de enero de 2017, y sólo queda rezar para que en esta carta magna capitalina no se vayan a cargar a la fiesta de los toros de un plumazo.
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