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Efemérides: En recuerdo de Sánchez Mejías

Lunes, 06 Jun 2016    México, D.F.    Jorge Raúl Nacif | Foto: Diario ABC   
A 125 años de su nacimiento

El planeta de los toros celebra este lunes el 125 aniversario del natalicio de uno de los toreros referenciales en los albores del siglo XX, como lo es el maestro sevillano Ignacio Sánchez Mejías, que vio la luz por vez primera en el año de 1891 y al que hoy traemos a la memoria.

Sánchez Mejías ocupa un lugar importante en la historia. Nacido el 6 de junio de 1891, en Sevilla, dentro de la efeméride que hoy recordamos, trabajó de muy joven en el campo de México, donde viajó como polizón. Sus primeros escarceos en el mundo del toro fueron como peón de brega.

Al paso del tiempo abandona la carrera de medicina y el 17 de septiembre de 1913 debuta como novillero en Madrid. El 21 de junio de 1914 hace lo propio en Sevilla, y toma la alternativa el 6 de marzo de 1919, en Barcelona, de manos de Joselito El Gallo y bajo el testimonio de Juan Belmonte, ante un encierro de Vicente Martínez.

Confirma en Madrid el 5 de abril de 1920, con Joselito El Gallo, Belmonte y Varelito, y después en El Toreo de la Condesa, en la Ciudad de México, el 2 de enero de 1920, a lado de Rodolfo Gaona.

Ignacio estuvo presente aquella tarde del 16 de mayo de 1920 en Talavera de la Reina, y fue el encargado de darle muerte el toro "Bailaor", que terminó con la vida de Joselito.

Anuncia su retirada en 1927 y se dedica a la literatura y al teatro. Mantuvo una amistad cercana con el poeta Federico García Lorca, además de brindar su apoyo a la llamada "Generación del 27". Además, fue presidente del equipo de futbol Real Betis Balompié, de Sevilla.

En 1934 volvió a los ruedos y el 13 de agosto de aquel año murió en la ciudad de Madrid, como consecuencia de la gravísima cornada sufrida dos días antes en la plaza de Manzanares, Ciudad Real, donde sustituía a Domingo Ortega, El toro "Granadino", de la ganadería de Hermanos Ayala le hirió en la región de la ingle derecha.

Ignacio determinó ser trasladado a la capital española y no ser intervenido en Manzanares. La herida desembocó en gangrena. Fue enterrado en Sevilla, en la misma tumba que Joselito El Gallo, su cuñado y padrino de alternativa.  Tras este suceso, García Lorca escribió la elegía "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías", que a continuación reproducimos:

A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.

Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.

El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.

Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.

Comenzaron los sones del bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.

En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.

Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde 
la muerte puso huevos en su herida
a las cinco de la tarde.

A las cinco de la tarde.
A las cinco en punto de la tarde.


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