Efemérides: 30 años del doctorado de Joselito
El 20 de abril de 1996, en Málaga
El maestro José Miguel Arroyo "Joselito" celebra este miércoles el aniversario número 30 de su alternativa, misma que recibió en la plaza "La Malagueta", de la ciudad de Málaga, el 20 de abril de 1986, una efeméride que recordamos debido a su trascendencia.
Y es que aquel día nació un matador de toros que, con el paso del tiempo dentro de su trayectoria, se convertiría en figura y referente. Vestido de burdeos y oro, Joselito recibió los trastos de manos del maestro Dámaso González, mientras que por testigo fungió Juan Mora.
En cuanto a los datos estadísticos, el toro de la ceremonia llevó por nombre "Correvías", herrado a fuego con el número 30 y 510 kilos de peso, negro zaino en cuanto a su pinta y perteneciente a la ganadería de Carlos Núñez.
Luego de convertirse en matador de toros, Joselito planteó una faena que resultó de altos vuelos y solamente cortó una oreja debido a que requirió utilizar el descabello. Ya desde aquella primera tarde, el madrileño demostraba sus buenas maneras y la técnica bien aprendida.
José Miguel Arroyo llegó a la alternativa un mes antes de cumplir 17 años de edad. Nació en Madrid el 1 de mayo de 1969, fue alumno de la Escuela Taurina de Madrid y en el escalafón menor sumó alrededor de 80 novilladas, luego de debutar con caballos en septiembre de 1983, siempre con el apoyo de su apoderado y padre adoptivo, Enrique Martín Arranz.
Una vez convertido en matador de toros, ratificó el doctorado en Las Ventas de Madrid el 26 de mayo del mismo 1986. Fue su padrino Curro Romero, en tanto que Paco Ojeda fue el testigo, delante de un ejemplar que perteneció el hierro de Aldeanueva, al que le tumbó un apéndice.
Fue en este escenario donde vivió el que fue quizá uno de sus mejores momentos como profesional del toreo, en la corrida goyesca del 2 de mayo de 1996, cuando se encerró con toros de diversas procedencias y cortó la rotunda cifra de seis orejas, para ser paseado por volandas.
Su confirmación en la Plaza México aconteció la tarde del 10 de noviembre de 1991, en un cartel encabezado por Mariano Ramos y Miguel Espinosa "Armillita", con ejemplares de De Santiago. Precisamente a un toro de este hierro, pero el 25 de febrero de 1996, le cortó un rabo en este mismo coso monumental.
Luego de una trayectoria en la que se consolidó como figura, anunció su retiro definitiva a principios de 2004. Desde ese entonces ha toreado algunos festivales y, en junio de 2014, reapareció de luces por única ocasión, en Istres, Francia, tarde en la que cortó cuatro orejas y un rabo.
Hoy en día, el maestro se consolida en su faceta como ganadero, permaneciendo siempre ligado a la Fiesta y manteniendo esa huella imborrable que dejó en su paso por los ruedos.
Y es que aquel día nació un matador de toros que, con el paso del tiempo dentro de su trayectoria, se convertiría en figura y referente. Vestido de burdeos y oro, Joselito recibió los trastos de manos del maestro Dámaso González, mientras que por testigo fungió Juan Mora.
En cuanto a los datos estadísticos, el toro de la ceremonia llevó por nombre "Correvías", herrado a fuego con el número 30 y 510 kilos de peso, negro zaino en cuanto a su pinta y perteneciente a la ganadería de Carlos Núñez.
Luego de convertirse en matador de toros, Joselito planteó una faena que resultó de altos vuelos y solamente cortó una oreja debido a que requirió utilizar el descabello. Ya desde aquella primera tarde, el madrileño demostraba sus buenas maneras y la técnica bien aprendida.
José Miguel Arroyo llegó a la alternativa un mes antes de cumplir 17 años de edad. Nació en Madrid el 1 de mayo de 1969, fue alumno de la Escuela Taurina de Madrid y en el escalafón menor sumó alrededor de 80 novilladas, luego de debutar con caballos en septiembre de 1983, siempre con el apoyo de su apoderado y padre adoptivo, Enrique Martín Arranz.
Una vez convertido en matador de toros, ratificó el doctorado en Las Ventas de Madrid el 26 de mayo del mismo 1986. Fue su padrino Curro Romero, en tanto que Paco Ojeda fue el testigo, delante de un ejemplar que perteneció el hierro de Aldeanueva, al que le tumbó un apéndice.
Fue en este escenario donde vivió el que fue quizá uno de sus mejores momentos como profesional del toreo, en la corrida goyesca del 2 de mayo de 1996, cuando se encerró con toros de diversas procedencias y cortó la rotunda cifra de seis orejas, para ser paseado por volandas.
Su confirmación en la Plaza México aconteció la tarde del 10 de noviembre de 1991, en un cartel encabezado por Mariano Ramos y Miguel Espinosa "Armillita", con ejemplares de De Santiago. Precisamente a un toro de este hierro, pero el 25 de febrero de 1996, le cortó un rabo en este mismo coso monumental.
Luego de una trayectoria en la que se consolidó como figura, anunció su retiro definitiva a principios de 2004. Desde ese entonces ha toreado algunos festivales y, en junio de 2014, reapareció de luces por única ocasión, en Istres, Francia, tarde en la que cortó cuatro orejas y un rabo.
Hoy en día, el maestro se consolida en su faceta como ganadero, permaneciendo siempre ligado a la Fiesta y manteniendo esa huella imborrable que dejó en su paso por los ruedos.