La corrida de rejones que tuvo verificativo la tarde de hoy en la plaza de Cancún, Quintana Roo, se saldó con el triunfo del caballista navarro Pablo Hermoso de Mendoza, que volvió a rayar a gran nivel ante esta afición y salió por volandas al término del festejo.

El primer toro fue para Pablo, “Banquero”, muy bien presentado, de Rancho Seco. Iba bien en las primeras acometidas, aunque de repente distraído, pero embistiendo al caballo. Pablo colocó rejones en buen sitio, augurando una gran faena a caballo. En banderillas, como siempre, Pablo emocionando a la gente y haciendo las suertes con gran precisión.

Encelando con su caballo, a la distancia mínima, mientras que el toro acudía, permitiéndole lucir a Pablo y hacer sus suertes con emoción, quiebros, cambios de lado de grupa, manejando sus caballos con gran maestría. Haciendo con mucha pulcritud las suertes. 

Aquí salieron los Forcados de Teziutlán para hacer su pega, lamentablemente pasaron muy malos momentos, antes de poder inmovilizar al toro. 

Hubo banderillas largas y cortas, puestas con mucha precisión. Clavó también la rosa en buen sitio. El teléfono… y al final, atinando con el rejón de muerte para cortar una oreja.

Su segundo toro “Nisuko” fue un poco más parado y distraído. Sin embargo, Pablo supo sacar el provecho que tenía, llegándole a la cara y exponiendo mucho con sus caballos, logrando conexión con el tendido. Como siempre, suertes emocionantes, celando con la grupa, giros en la cara del toro, quiebros, banderillas cortas y a dos manos y al final, pese a que de repente el toro alcanzaba su cabalgadura y a que no estuvo acertado con el rejón de muerte, logró cortar una oreja. 

Luis Pimentel tuvo una noche sensacional en la Plaza de Cancún. Pese a ser su debut ante esta afición, logró conectar y emocionar en todo momento; y es que Luis tiene un don especial: transmite; se ve que goza lo que hace.

Su primer toro “Marinero”, un toro bien presentado, bueno para rejones. Luis logró templarlo, aprovechando sus cualidades y luciendo a sus imponentes caballos en cada suerte. En este toro, el sobresaliente Paco Rocha, tuvo ocasión de hacer un buen quite por chicuelinas. Tras de este quite, Luis siguió haciendo sus suertes con mucha seguridad y lucimiento. 

Luego se vivió un momento de gran dramatismo; salieron de nuevo los Forcados de Teziutlán y lamentablemente el cabo de cara resultó fuertemente golpeado, teniendo que ser atendido por los paramédicos, desconociéndose al momento, el parte médico. Luis Pimentel falló a la hora de matar, pero aún así, fue despedido por el público entre aplausos. 

Su segundo toro, “Pichichi”, era un poco parado y distraído. Luis logró realizar sus suertes con emoción y por momentos, parecía que el toro lo alcanzaba en tablas, pero hábilmente resolvió y la gente todo le aplaudió. Logró conectar mucho con el tendido. Además, realizó sus suertes con mucha exposición, como las banderillas cortas, las cuales fueron ejecutadas con gran facilidad. Lamentablemente no estuvo acertado con el rejón de muerte, escuchando un aviso y perdiendo así, los trofeos.