En lo que fue un festival privado celebrado esta tarde en la plaza "La Florecita", de Ciudad Satélite, el matador español Ocaña Serrano se presentó ante los medios de comunicación de país y expresó sus proyectos para hacer una campaña estructurada en territorio nacional.

Bajo la conducción del comentarista de televisión Mauricio Locken tuvo lugar una conferencia de prensa antes del festejo taurino. En ésta, fue informado que el matador retirado Luis Ricardo Medina "Pasión Gitana" será el encargado de apoderarlo en México y hacerse cargo de su carrera.

Se dio a conocer que Manuel Ocaña nació en Alcaudete, Jaén (España) en 1986. Tras su etapa novilleril, en la que en 2007 debutó en Las Ventas de Madrid y la Real Maestranza de Sevilla, tomó la alternativa en Atarfe, Granada, de manos de López Chaves y Jesús Fernández "Yiyo" como testigo, con toros de Aguadulce, el 18 de julio de 2012, tarde en la que paseó tres orejas.

Ya en el redondel de "La Florecita", Ocaña Serrano enfrentó un bien presentado toro de Celia Barbabosa y dejó ver buenas maneras, así como la técnica aprendida del otro lado del Atlántico. El burel no fue fácil, ya que tendía a quedarse corto y llegaba a espiar al torero, de tal forma que no pudo lucir como seguramente deseaba.

Con base en dejarle la muleta ligeramente retrasada pudo eslabonar algunos buenos momentos y remató toreando bien por la cara, por lo que fue ovacionado. Para su fala fortuna, el segundo que iba a lidiar sufrió un infarto fulminante antes de ser picado y ahí terminó el festejo, pero al menos logró jugar bien los brazos a la verónica ante este ejemplar muy bien presentado.

Paco Dóddoli abrió plaza ante un novillo también de Celia Barbabosa, al que le fue paciente para sacar su buen fondo y clase en sus embestidas. El actual dirigente de la Asociación Nacional de Matadores corrió la mano toreando con temple por ambos pitones, alargando los trazos y gustándose mucho en las suertes. Remató de un par de estocadas y cosechó la ovación.

Muletazos con sabor fueron los que logró por el lado derecho Pasión Gitana, que anduvo desahogado delante de un buen novillo que terminó por venir un poco menos. Bregó el agitanado torero con solvencia y su faena tuvo algunos pasajes en los que dejó fluir sentimiento, notándose a su aire y disfrutando sin presiones en el redondel de la que fue su plaza. A la postre pinchó, y después liquidó de una estocada casi entera.

Así, con buen aire y matices interesantes se desarrolló en festival en esta plaza siempre pintoresca, en la que se vive la Fiesta Brava a muy pocos kilómetros de la Ciudad de México