Efemérides: 20 años del adiós de Lomelín
Jueves, 18 Feb 2016
México, D.F.
Jorge Raúl Nacif | Foto: Felipe Canales
El 18 de febrero de 1996, en La México
El 18 de febrero de 1996, un día como hoy pero de hace 20 años, dijo adiós a los ruedos el siempre bien recordado maestro Antonio Lomelín, luego de cortarse la coleta en la Plaza México y dejar atrás una trayectoria impregnada con un pundonor muy especial.
Aquella tarde en el embudo monumental de Insurgentes, dentro de la llamada Temporada de Oro, Lomelín le confirmó la alternativa al joven diestro Carlos Rondero, mientras que completaba la tercia otro torero de la nueva camada de aquel entonces, Mario del Olmo, delante de un encierro de Rancho Seco.
Antonio Lomelín enfrentó en primer término a un toro de nombre "Trianero", ante el que no pudo hacer mucho, ya que el astado no le permitió terminar de confiarse. Sin embargo, el triunfo vendría con su segundo del lote, el último toro de su trayectoria profesional.
Éste llevó por nombre "Segador", herrado a fuego con el número 144 y 484 kilos de peso, un buen toro al que le recetó muletazos de mucho sabor y torería, incluyendo algunos pases temerarios mirando hacia los tendidos, así como ajustadas manoletinas para rubricar.
Media estocada fue suficiente para liquidar al ejemplar y dos orejas fue el premio concedido por la autoridad, mismo que paseó en medio del júbilo de sus partidarios, que le apoyaron en todo momento durante una tarde muy especial de la que se cumplen ya 20 años.
El momento más emotivo de la tarde fue el corte de coleta, pues los encargados de hacerlo fueron los maestros Manuel Capetillo y Joselito Huerta, padrino y testigo de su alternativa, respectivamente, quienes le acompañaron en la vuelta al ruedo. De hecho, la ganadería de su doctorado fue también Rancho Seeco.
Curiosamente, y ya retirado, un toro de regalo (que iba a lidiar Rondero) le propinó varios golpes, lo anterior al intentar saltar al callejón.
Nacido en Acapulco el 16 de diciembre de 1945, Lomelín Migoni había dado muestras de su valor como torero durante su etapa novilleril. Debutó como tal en la placita de "La Aurora", ubicada en Ciudad Nezahualcóyotl, un 11 de octubre de 1964. El 9 de mayo de 1965 se presentó en la Plaza México.
Tras recibir el doctorado el 20 de noviembre de 1967 en Irapuato, corrida en la que sufrió una cornada en el recto, Lomelín confirmó en la Monumental de Insurgentes el 18 de febrero de 1968, llevando como padrino a Joselito Huerta y como testigo de la ceremonia fungió Jesús Sólórzano.
Emprendió el viaje a España y debutó en Barcelona el 25 de julio de 1969. Un año después, el 28 de mayo de 1970, confirmó en Las Ventas de Madrid, de manos de Andrés Vázquez, y logró un triunfo de puerta grande al tumbarle una oreja al toro de la confirmación y las dos a su segundo.
Este convincente triunfo le abrió puertas en España y en ese año de 1970 terminó con 22 corridas del otro lado del Atlántico. En 1971 fue su segunda puerta grande en Las Ventas, el 15 de mayo, cortando oreja y oreja a toros de Alonso Moreno de la Coba. El 22 de mayo del mismo año le cortó una oreja a un toro de Mimiahuapám, cuando la ganadería mexicana se anunciaba por vez primera en la capital del toreo.
Antonio fue un torero carismático y que conectaba pronto con los tendidos; valiente hasta el extremo y con un pundonor que no le cabía en el cuerpo, sufrió alrededor de 35 cornadas, siendo quizá la más grave la que le infirió "Bermejo", de Xajay, un 16 de febrero de 1975; al colocar un par de banderillas, el ejemplar le metió el pitón en el vientre y, en una escena dramática, sus intestinos rodaron por la arena. Con sangre fría, los recogió para dirigirse a la enfermería
Con base en su variedad capotera, su espectacularidad banderillera y su poderosa muleta, así como la gran eficacia al momento de ejecutar la suerte suprema, Antonio sumó triunfos en toda la República Mexicana y en cosos europeos. En la Plaza México sumó 40 actuaciones, corridas en las que cosechó 16 orejas y dos rabos, así como una faena sensacional que derivó en el indulto de un toro de San Martín, un 25 de mayo de 1982.
A los 58 de edad, el 8 de marzo de 2004, Antonio Lomelín falleció en la Ciudad de México. Un paro cardiaco terminó con la vida del que fuera uno de los toreros mexicanos más representativos de los últimos tiempos, una figura del toreo cuyo recuerdo no se borra, sino que permanecerá por siempre dentro de este fascinante planeta de los toros.
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