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Opinión: Los toreros, la femoral y los toros

Viernes, 28 Ago 2009    Puebla, Pue.    Alberto Vázquez / Foto: Martínez Roa   
La angustia de El Cuate

Las arterias femorales son las encargadas de la irrigación sanguínea de las extremidades inferiores, su importante caudal de sangre viene con una fuerza impulsada por los latidos cardiacos y son continuación de las arterias iliacas que parten a su vez de la llamada aorta abdominal, misma que es más arriba la aorta torácica que sale directamente del corazón.

Se entiende entonces su gran importancia, al grado de que una lesión o hasta su posible sección, resultan mortales por necesidad. Así ocurrió taurinamente en los casos de Manuel Rodríguez "Manolete"Francisco Rivera "Paquirri". El primero, en agosto 28 de 1947 en la plaza de Linares al momento de entrar a matar.

Aquella fatidica tarde, el pitón de "Islero" de  Miura penetró la región de la ingle en el muslo derecho, una y mil cosas se han argumentado como causa del fatal desenlace: ¿Qué si una transfusión? ¿Cuál? Se le administraron mínimo, seis. Qué si choque por la administración de un suero en aquel entonces en fase de prueba, etc.

Lo cierto es que el problema hemorrágico nunca fue superado y ninguno de los médicos a su cargo fue capaz de tomar una decisión tremebunda: la amputación, única solución  viable. El caso de Paquirri, ocurrido en septiembre 24 de 1984, en el cordobés pueblo de Pozoblanco, recuerda como el toro "Avispado", con hierro de Sayalero y Bandrés, fue el causante de la cornada sobre esa región en el muslo, también derecho.

Fue operado en la misma enfermería bajo las indicaciones, instrucciones y maniobras dictadas por el mismo paciente ante la incapacidad para tomar decisiones del equipo médico, y ante la insuficiencia técnica de los mismos y la carencia de recursos adecuados.

Otros casos de gravedad

En fecha más cercana, en la Plaza México un toro de De Haro secciona el muslo, también derecho, al matador Gerardo Montejano, atravesándolo de lado a lado.

Jorge Mata es un torero prácticamente en retiro a consecuencia de cornada que le seccionó la femoral derecha cuando toreaba en la plaza de Villahermosa. El tratamiento la evolución han sido tórpidos con la fatal pérdida de la pierna como peligro latente.

En Puebla, un toro de José Maria Arturo Huerta ocasionó la lesión que bien puede ser catalogada como la más seria de las que aquí describimos: Sección total de la arteria femoral, en el sitio donde está toma su nombre al ser continuación de la Iliaca: lesión severísima, dañando también y seccionando, de paso, la vena con el mismo nombre.

Para El Cuate Espinoza  la solución quirúrgica fue el "bypass": puentes construidos e insertados en su sitio con material sintético. Estos puentes van de la arteria iliaca a femoral y de vena femoral –circulación de retorno, a la inversa– a la vena iliaca, realizados con éxito y buena evolución del paciente.

El domingo pasado, al chaval mexicano Arturo Saldívar, en Santa Cruz de Retamar, localidad toledana, sufrió una herida inciso-contusa en la región inguinal, en este caso izquierda, con sección  de paquete vascular y disección completa de la vena safena.

En la técnica de reparación se realiza reparación también tipo “’bypass’’ – puente – venoso. El paciente pasa por Terapia Intensiva hasta el momento de escribir estas líneas.

Cornada mortal en la huamantlada

Un día antes, el sábado 22 en la huamantlada, fiesta callejera bañada de alcohol, pulque y cerveza, que se realiza en la vecina población tlaxcalteca, Jesús de la Cruz Mitla, de 18 años de edad, recibío de manera imprudencial, como todas las cornadas y accidentes que año con año ocurren en esa ya cincuentona festejación, una cornada gravísima: el pitón del toro de Coaxamalucan, de nombre "Tesoro", penetró por el bajo vientre del lado derecho y bajó hasta le región de la ingle, siguiendo una trayectoria  contraria al revés  de lo ocurrido en todos los casos antes descritos.

Con gran dificultad es sacado de la "arena" de gladiadores tlaxcaltecas, de entre las trancas e improvisadas barreras y con gran retraso para la preservación de la vida que se le escapaba por el boquete. De ahí, de la empolvada calle, llegó al Centro de Salud -Hospital Rural de Huamantla-, de donde es trasladado al Hospital Central de la capital de estado de Tlaxcala, donde el equipo médico que le intervieno solicitó apoyo al Hospital  General del Puebla, Unidad Médica que goza de gran prestigio en Cirugía Cardio-vascular.

El apoyo es para extraer coágulos que se formaron en la parte distal, por debajo de la línea donde se construyó la reparación de la arteria femoral, totalmente seccionada –cosa rara– de arriba a abajo y de dentro a afuera. Las formaciones coagulares que representan un serio peligro de embolizar a nivel pulmonar y/o cerebral fueron detectados y retirados mediante el uso de catéteres que van dentro de la luz de los vasos y sirven para extraerlos por su forma de cabeza de hongo, que permite este tipo de maniobras: de paso los cirujanos del General de Puebla, revisan la reparación vascular bien realizada y deciden reforzarla con un "parche" tomado de vena safena.

El paciente salió de la operación para Cuidados Intensivos. La lesión ocurrió al término de  la Huamantlada, a las 14:00 horas, después de su traslado a Tlaxcala y Puebla, salió del quirófano al amanecer del domingo, pero todos los esfuerzos resultaron inútiles.

Desde el momento de la primera atención tuvo un paro cardiaco, y cae en choque hemorrágico del que nunca sale. La perdida de sangre es tal, que nunca permitió a los médicos "alcanzarle", es decir la  velocidad de pérdida supera a la de reposición; el paciente presentó una nueva detención cardiaca.

Quién sabe por qué, pero en la fiesta de los toros cuando ésta se enfrenta a la terrible realidad de la muerte, guardando las debidas distancias y respeto entre Manolete y un chaval de afición callejera y pueblerina, la similitud, la gran afinidad entre muerte, pitones y femorales… ¡Está presente!


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