La suavidad en el toreo de Gómez Vega fue lo más destacado de la tarde sabatina en la Plaza Arroyo, donde se vivió la tercera novillada de "Descubriendo un torero" y en la que precisamente el joven espada tapatío fue designado como triunfador por parte del jurado.

El ejemplar que enfrentó fue de José María Arturo Huerta, un novillo que, aunque le faltó un puntito de transmisión, era obediente, noble y con buen estilo. Así, con toques suaves y tersura al momento de llevar toreado al astado, Gómez Vega dibujó una faena de menos a más.

Destacaron trazos por ambos pitones, haciendo las cosas con despaciosidad y buen acabado, en una faena seria y en la que supo no forzar de más al novillo. De haber acertado con el acero seguramente hubiera cosechado una valiosa oreja, pero la espada le jugó una mala pasada. Para el novillo, un arrastre lento y el premio, a la postre, al mejor ejemplar del festejo.

Xavier Gallardo abrió plaza ante uno de Celia Barbabosa que, desde el primer tercio, acusó falta de fuerza y se quedaba parado. Haciendo gala de buena técnica, el nacido en Tepeapulco lo toreó muy en la línea y a media altura, aunque dadas las circunstancias no hubo gran conexión en los tendidos. Y aunque por el pitón izquierdo se quedaba muy corto el novillo, Gallardo también plasmó su esfuerzo por este perfil, mostrando sus avances.

El tapatío avecindado en Monterrey, Paco Miramontes "Lagartijo", se encontró con el tercero del festejo, también de Celia Barbabosa, e hizo albergar esperanzas con una sabrosa tanda de derechazos al principio del trasteo. Sin embargo, pareció que no terminó por cogerle la distancia a un novillo que vino a menos, y el trasteo no levantó mayormente.

Cerró plaza el regiomontano Cayetano Delgado, ante otro de Celia Barbabosa, y se notó con un valor muy justito. Por momentos delante de un novillo que tuvo sus cualidades y, aunque con cierto sabor y temple, torea desgarbado. Como mató pronto, y pese a que la estocada fue baja, el público le aplaudió y dio una vuelta al ruedo.