Fabián de Ávila ha dado un salto inesperado a su vida y carrera, joven zacatecano con aspiraciones que tuvo el privilegio de vestir de luces para debutar como novillero en un sueño que no pudo ir más allá. Con un profundo amor a la fiesta brava decidió formar parte del grupo de monosabios de la Monumental Zacatecas y ahora el destino le regala una nueva oportunidad para estar delante de la cara de los toros, y es que desde hace un año forma parte de los Forcados Mazatlecos.

Como muchos niños, Fabián visualizó convertirse al torero y al cabo del tiempo consiguió dejar de jugar al toro para ingresar a la Escuela Taurina que hace más de una década dirigió el matador de toros Jorge Carmona. Guiado por una pasión y valor desmedido logró dar el paso de becerrista a novillero, paso efímero que tuvo que abandonar en menos de un año.

“Económicamente ya no pude realizar labores como novillero, es una profesión muy costosa y ya estaba fuera de mis manos. Poco a poco fui toreando menos y mi nombre no aparecía en los carteles y ahí fue cuando tomé la decisión de retirarme”, compartió en entrevista a NTR Medios de Comunicación.

Tras su paso corto en las filas novilleriles, Fabián decidió colgar el terno de luces más no sus ilusiones por estar cerca del toro bravo, por lo que se integró al grupo de monosabios de Zacatecas.

“La verdad es un privilegio ser monosabio, es algo que no cambiaría por nada, aunque parezca una labor sencilla requiere mucho esfuerzo y entrenamiento porque también te juegas la vida ya que son labores peligrosas. El peligro siempre está latente desde que entorilas los toros hasta que ya salen al ruedo, pues nosotros debemos saltar al ruedo y buscar poner a salvo la vida de los toreros”, recordó.

Fue justo en una tarde cuando hacía labores como monosabio que tuvo la oportunidad de conocer a René Tirado, cabo del grupo de Forcados Mazatlecos, a quien le compartió su interés por adherirse a las filas del grupo. Al paso de los meses, Fabián recibió la invitación de Tirado y fue así como desde hace poco más de un año se convirtió en forcado de este exitoso grupo.

“Es una nueva etapa en la que quiero seguir creciendo, gracias al grupo de Mazatlán y al cabo René Tirado estoy en donde hace tiempo quería estar. Recibí una gran oportunidad que no desaprovecho, pues aquí cada tarde tienes que dar el alma, además es algo que me hacía falta experimentar, estar cara a cara con el toro”, detalló.

Aún sin la posibilidad de realizar una pega, Fabián se sigue preparando para cuando llegue ese día, y mientras se da, “disfruto ayudar en el grupo como primera o segunda ayuda, siempre protegiendo al que da la cara. Un forcado siempre desea eso, realizar una pega, es para mí un sueño pero vamos paso a paso, ganándonos un sitio y ya más adelante Dios dirá, hay más tiempo que vida”, finalizó Fabián, quien por fortuna ha tenido mucha actividad con los Forcados Mazatlecos, estando a la espera de una fecha más ahora en territorio zacatecano.