El mundo de los toros está consternado con la repentina desaparición de uno de los toreros más emblemáticos de la historia, José Mari Manzanares padre, y son varios compañeros y taurinos los que han expresado diversas muestras de cariño y recuerdos.
Eloy Cavazos (matador de toros):
"Me estoy desayunando con una noticia muy triste, la mera verdad, porque con José Mari conviví muchísimo y toreamos infinidad de tardes juntos en México, en España, en suramérica... dondequiera. Era un figurón del toreo y un gran hombre. Dios me permitió torear con él y también con su hijo, al que le mando mi más sentido pésame. En el ruedo era muy serio, se concentraba mucho en lo suyo, pero fuera de la plaza era simpático y muy bromista. Él y Paquirri formaban unos alborotos en los hoteles con sus bromas, que eran muy celebradas. Recuerdo que un día en Cali iba yo vestido de canario y plata y me mandó decir con uno de sus banderilleros que ni me le acercara a desearle suerte, pues era muy supersticioso y se tocó cuando me vio vestido de ese color. Luego triunfamos muy fuerte y le dije que no pasaba nada, que no fuera así de supersticioso, y me contestó que lo había hecho por si acaso. También recuerdo el primer mano a mano que toreamos en La México en 1984, y aquellos toros de Javier Garfias tan buenos. Ese día estuvo muy bien. Su pérdida deja un profundo hueco difícil de llenar para la Fiesta".
Jesús Solórzano (matador de toros):
"Hoy hemos perdido a un baluarte para los toreros buenos, y a un gran amigo. A José Mari lo traté mucho desde que vino a hacer su primera temporada. Toreamos la primera vez juntos en Acapulco y de ahí me lo traje a la casa. Le gustaba mucho hablar de toros con profundidad, algo que es muy importante. Y podía hacerlo durante horas y horas, de manera muy interesante porque sabía escuchar e interiorizaba los conceptos del toreo en su cabeza porque. Era un hombre inteligente. Se fue buscando por dentro hasta que terminó cuajado como un torero clásico, con un concepto que a mí me encantaba porque estábamos identificados. No se me olvidará una faena suya en Madrid a un toro castaño de Álvaro Domecq al que le cortó dos orejas con 25 pases perfectos. Una vez toreamos en Almería con Palomo Linares, una corrida de Guardiola, y también ahí le vi en esos primeros años lo que llegaría a ser con el paso del tiempo. Su toreo tenía mucho fondo porque lo hacía con gran naturalidad, algo que es sumamente difícil en el toreo. Y también tuvo la fortuna de ver a su hijo hacerse figura del toreo, lo que sin duda le traería una gran satisfacción. Lo vamos a extrañar porque era un tipazo".
Paco Camino (matador de toros):
"Manzanares ha sido un torero extraordinario, torero de toreros. Era una gran persona y un buen amigo. Toreamos mucho juntos en los años setenta y me tenía mucho respeto, pero enseguida aquello se convirtió en una gran amistad. "Últimamente nos veíamos mucho en un restaurante de Trujillo, cerca de su finca, y siempre se mostró muy cariñoso conmigo. La verdad es que se me va un gran amigo".
Curro Vázquez (matador de toros):
"Estoy muy impresionado y muy triste con esta noticia. José Mari fue un buen compañero y amigo durante muchos años. Nos hemos tenido mucho cariño y respeto los dos. Como torero ha sido una figura muy importante, con una clase excepcional. Tenía muchos partidarios entre los mismos compañeros, que le hemos admirado mucho".
Miguel Espinosa "Armillita" (matador de toros):
"Se fue uno de mis mejores amigos, y un torero al que admiré muchísimo. Estoy muy sorprendido, pero creo que morirte así, de un día para otro, es algo que el destino les reserva a unos cuantos privilegiados, como lo era José Mari como hombre y como torero. La primera vez que tuve trato con él fue en 1973, el día que Manolo Arruza tomó la alternativa en Guadalajara, y desde entonces fue un espejo para mí. Tuve la suerte de que fue testigo de mi alternativa en Querétaro y también cuando confirmé en Madrid. Y también de verlo triunfar en muchas plazas, como aquella vez en Lima en que cuajó un toro y yo indulté otro de Torrestrella en una tarde impresionante. En estos últimos años me comentaba su ilusión por la carrera de su hijo Manolo, el rejoneador, con el que estaba compenetrado y lo ayudaba en todo lo que podía. Me siento triste porque ahora sólo me queda el recuerdo de sus grandes faenas, su torería, su saber ser artista y andar por la vida con esa bohemia que siempre compartimos como amigos. Hablábamos el mismo idioma".
Aurelio García Montoya (novillero retirado):
"Me siento fatal porque lo quería mucho; era mi compadre porque le echó el agua mi hijo Salvador. Cuando vino muy chiquitillo, pero ya siendo matador, me lo llevaba al Desierto de los Leones a entrenar, a correr, y luego le pedía que se tomara unos batidos con fruta y huevo a los que no estaba acostumbrado. Yo le decía al tío que preparaba eso que le echara más huevos a la bebida, y José María sólo abría los ojos, asombrado, y se los tomaba. Luego ya con el paso del tiempo me echaba en cara que le obligara a tomarse ese revoltijo. Era muy simpático. También tengo gratos recuerdos con él como amigo, y como torero, como aquella tarde en Toledo que fui con Curro Vázquez a ver a su hijo de novillero matar dos toros muy grandes, antes de presentarse en Madrid; su padre le exigía mucho y creo que para él eso fue formativo. O esa otra anécdota cuando vino a torear por última vez en La México, y me pidió Luis Manuel Lozano que fuera a embarcar la corrida y que estuviera al pendiente porque él se iba a Lima con otro de los toreros que apoderaba. Hace apenas unos días mi amigo Tino, Gitano Rubio, me dijo que lo iba a ver en Lima, porque voy para allá, y me dio mucho gusto. Ahora eso ya no podrá ser, por tristeza".
José Luis Galloso (matador de toros):
"Formamos pareja artística en nuestra época de novilleros y siendo un dolor muy fuerte por su muerte, por la amistad tan grande que me unía con él. Ha sido uno de los grandes y para el toreo es una pérdida irreparable, de la que tardaremos en recuperarnos, sobre todo por lo repentino que ha sido todo".
Rafael Báez (apoderado):
"Se nos ha ido uno de los grandes de todos los tiempos. Yo lo quería mucho y me llevaba muy bien con él. Su toreo me encantaba porque tenía una clase extraordinaria, y como amigo era entrañable por simpático y buena persona. Con Eloy toreó muchísimo y tuve oportunidad de verle faenas inolvidables, muchas de ellas en Suramérica, y otras en México. Tenía una expresión única y por eso, cuando estaba bien, o sin redondear del toro, siempre que hacía algo te quedaba esa sensación de regusto como aficionado al verlo torear. Es una pena que haya muerta tan joven".
Vicente Ruiz "El Soro" (matador de toros):
"Nos peleamos en el ruedo de la plaza de Valencia en 1985 a causa de un quite, y curiosamente aquel incidente hizo que se incrementara nuestra amistad. Ahora mismo estoy roto porque he contado siempre con su cariño, incluso me ha ayudado mucho para volver a los ruedos este año. Los toreros le vamos a echar mucho de menos, porque ha sido un ejemplo para todos. Pese a lo que pudiera pensar la gente, ha sido uno de los profesionales que más se ha preparado, el torero con más disciplina que he conocido, y el más perfecto que pudo haber hecho Dios".
Roberto Domínguez (matador de toros):
"Manzanares era uno de los compañeros con los que más he toreado. Fue mi padrino de alternativa y me unía a él una relación muy estrecha. Su muerte es un mazazo tremendo e impone también una reflexión muy grande sobre la vida y las injusticias".
Enrique Ponce (matador de toros):
"Siento profundamente la muerte de Manzanares, un amigo y un referente para mí como torero durante toda mi vida. Tuve la suerte de torear con él y de tener muchas vivencias a su lado. Siempre aprendí de él y considero que ha sido uno de los toreros más grandes de la historia, con una personalidad y una naturalidad impresionantes a la hora de hacer el toreo. Un artista con mayúsculas y un hombre excepcional, ese era el maestro. Siento su pérdida en lo más profundo de mi ser. Todo mi apoyo y cariño a su hijo".
Paco Olvera (apoderado):
"Aquella faena que hizo el maestro en 1997 al toro Gladiador de Pepe Gafias en Querétaro nunca se me olvidará, pues me marcó mucho como aficionado cuando era joven. Después lo conocí en 2006 cuando vino a acompañar a su hijo Manolo a que debutara como rejoneador en Juriquilla, y tuvo conmigo un detalle que nunca se me va a olvidar, pues me dijo que estuviera al pendiente de sus hijos, que les hiciera bien las cosas, y que sería como sus ojos aquí con ellos. Se quitó el reloj y me lo regaló, en un gesto que a mí me dejo muy emocionado. Ahora mismo, que tengo a mi cargo las labores de hombre de confianza de su hijo José Mari aquí en México, pues me honra mucho recordar aquel pasaje y sólo tengo palabras de gratitud y deseo de que José Mari se recupere pronto de este golpe tan duro, pues es una persona muy sensible".
Manuel Jesús "El Cid" (matador de toros):
"Quiero dar mi más sentido pésame a la familia Manzanares por la pérdida de una gran figura del toreo y un gran hombre. Que dio lo tenga en el sitio reservado para los que marcaron una página única y bonita en el toreo. Seguro que es así, porque Manzanares ha sido ejemplo para todo el que ha querido hacer el toreo con profundidad y pureza. Se nos ha ido uno de los grandes. Descanse en paz".
José de Jesús Sánchez (matador de toros):
"No tuve oportunidad de alternar con él, por desgracia, pero sí lo traté varias veces en ambientes informales, sobre todo en un lugar de flamenco muy conocido al que él le gustaba ir, que estaba en Polanco y se llamaba El Duende, donde por cierto bailaba mi hermana Mercedes. Ahí iba con Chabola, que era inseparable amigo del maestro, y otros amigos. Era un torero rumboso, que le gustaba estar a gusto con su gente y disfrutar de la vida fuera de la presión que suponía su carrera dentro de los toros. El maestro era un artista del gusto de México, con una sensibilidad muy especial, y un torero en el que nos hemos mirado mucho los toreros que crecimos viendo su arte, que era inmenso".
Diego Ventura (matador de toros):
"Envío mi pésame a la familia, pero también decir que se ha muerto el que para mí es uno de los mejores toreros de todas las épocas. Manzanares es un mito, un genio del toreo y siempre he sido un gran admirador suyo. Ha sido y será de los mejores toreros que he visto en mi vida, y tener una charla de toros con él era todo un placer. Yo tuve esa suerte y con eso me quedo para toda la vida. Es de los toreros que dejan huella, y como persona también".