Diego Emilio destaca y "se cae" el cielo (video)
Realizó lo más destacado en un festejo suspendido por lluvia
La novillada de la Plaza México fue suspendida por la fuerte tormenta que cayó a partir del tercer ejemplar de la tarde y, aunque la autoridad decidió esperar para ver si mejoraban las condiciones del clima, al final tuvo que determinar la suspensión del festejo.
Lo más destacado corrió a cargo de Diego Emilio, que cuajó un estoico quite por gaoneras ante el segundo de la tarde, un novillo encastado y con transmisión, pero que por momentos acudía descompuesto a la muleta. Tras un inicio de faena emotivo, en el que toreó por alto, firmó algunos trazos con la derecha de buen acabado.
Los mejores momentos de su actuación corrieron cuando se puso la pañosa en la zurda, pues regaló trazos naturales con empaque y temple del bueno. Sin duda este chamaco tiene cualidades muy importantes y hoy dejó buenas sensaciones, pese a que la faena no logró ser totalmente redonda. Tras fallar con la espada en la primera oportunidad, saludó una cálida ovación desde el tercio.
El zacatecano Edgar Badillo abrió plaza y no tuvo fortuna, pues sorteó a un animal que tuvo poca fuerza y que además pareció lastimarse una de las manitas en el momento del quite por chicuelinas que ejecutó. Con afición cubrió el segundo tercio de la lidia y con la muleta nunca forzó de más al de San Antonio de Triana.
Con suavidad y dejándole la muleta retrasada, pues el animal carecía de un recorrido largo, pudo dejar muletazos de bella factura, aunque ciertamente aislados. Luego de algunos pinchazos, liquidó a su enemigo y cosechó las palmas de una afición que le reconoció el esfuerzo.
Luis Miguel Cuéllar debutó en este coso ante el tercero de la tarde, lidia durante la cual se soltó una tormenta monumental, con mucho viento y algo de granizo. Ante estas condiciones adversas debemos destacar que el capitalino no se arredró, sino que puso tesón cual debe ser en un novillero.
Por momentos, se notó su tendencia a templar con pulso las embestidas, dejando algunos detalles que le fueron coreados por el público que ya, en su mayoría, se encontraba en los palcos o túneles. Remató de una estocada y los aplausos no se hicieron esperar.
Debido a que la lluvia no terminaba tras los 15 minutos que el juez Jorge Ramos dictaminó de espera, se determinó la suspensión de la novillada.
Lo más destacado corrió a cargo de Diego Emilio, que cuajó un estoico quite por gaoneras ante el segundo de la tarde, un novillo encastado y con transmisión, pero que por momentos acudía descompuesto a la muleta. Tras un inicio de faena emotivo, en el que toreó por alto, firmó algunos trazos con la derecha de buen acabado.
Los mejores momentos de su actuación corrieron cuando se puso la pañosa en la zurda, pues regaló trazos naturales con empaque y temple del bueno. Sin duda este chamaco tiene cualidades muy importantes y hoy dejó buenas sensaciones, pese a que la faena no logró ser totalmente redonda. Tras fallar con la espada en la primera oportunidad, saludó una cálida ovación desde el tercio.
El zacatecano Edgar Badillo abrió plaza y no tuvo fortuna, pues sorteó a un animal que tuvo poca fuerza y que además pareció lastimarse una de las manitas en el momento del quite por chicuelinas que ejecutó. Con afición cubrió el segundo tercio de la lidia y con la muleta nunca forzó de más al de San Antonio de Triana.
Con suavidad y dejándole la muleta retrasada, pues el animal carecía de un recorrido largo, pudo dejar muletazos de bella factura, aunque ciertamente aislados. Luego de algunos pinchazos, liquidó a su enemigo y cosechó las palmas de una afición que le reconoció el esfuerzo.
Luis Miguel Cuéllar debutó en este coso ante el tercero de la tarde, lidia durante la cual se soltó una tormenta monumental, con mucho viento y algo de granizo. Ante estas condiciones adversas debemos destacar que el capitalino no se arredró, sino que puso tesón cual debe ser en un novillero.
Por momentos, se notó su tendencia a templar con pulso las embestidas, dejando algunos detalles que le fueron coreados por el público que ya, en su mayoría, se encontraba en los palcos o túneles. Remató de una estocada y los aplausos no se hicieron esperar.
Debido a que la lluvia no terminaba tras los 15 minutos que el juez Jorge Ramos dictaminó de espera, se determinó la suspensión de la novillada.
Ficha
México, D.F.- Plaza México. Séptima novillada de la Temporada Chica. Unas 2500 personas en tarde que comenzó soleada y a los pocos minutos se convirtió en aguacero. Tres novillos de San Antonio de Triana, bien presentados, de juego desigual, entre los que destacó el 2o. Pesos: 381, 441 y 410 kilos. Edgar Badillo (nazareno y oro): Palmas. Diego Emilio (acero y plata): Ovación. Luis Miguel Cuéllar (azul noche y oro): Palmas. Incidencias: El juez de plaza Jorge Ramos anunció la suspensión 15 minutos después de que había terminado la lidia del 3o., tiempo que se dio de plazo para ver si amainaba el temporal que estuvo acompañado de fuertes ráfagas de viento y un poco de granizo. Al término de este lapso, ordenó la suspensión del festejo porque el ruedo estaba impracticable y se ponía en riesgo la integridad física de los toreros.
México, D.F.- Plaza México. Séptima novillada de la Temporada Chica. Unas 2500 personas en tarde que comenzó soleada y a los pocos minutos se convirtió en aguacero. Tres novillos de San Antonio de Triana, bien presentados, de juego desigual, entre los que destacó el 2o. Pesos: 381, 441 y 410 kilos. Edgar Badillo (nazareno y oro): Palmas. Diego Emilio (acero y plata): Ovación. Luis Miguel Cuéllar (azul noche y oro): Palmas. Incidencias: El juez de plaza Jorge Ramos anunció la suspensión 15 minutos después de que había terminado la lidia del 3o., tiempo que se dio de plazo para ver si amainaba el temporal que estuvo acompañado de fuertes ráfagas de viento y un poco de granizo. Al término de este lapso, ordenó la suspensión del festejo porque el ruedo estaba impracticable y se ponía en riesgo la integridad física de los toreros.