La cita 12:30 en el tentadero que tiene el matador y ganadero Samuel  Flores, a donde acuden muchos matadores y novilleros a lidiar toros a puerta cerrada, como preparación para enfrentar de la mejor manera posible sus compromisos.

Puntuales acudimos en compañía del ganadero de San Constantino, Juan Pablo Corona Rivera, y su esposa Marcela, quien ha sido un gran apoyo para José ya que  le ha regalado los dos toros de Núñez del Cuvillo para esa preparación que está llevando con miras a su presentación de mañana en Las Ventas de Madrid.

Al llegar a la finca ya nos aguardaba el matador Joselito Adame, así como su papá José y sus dos hermanos que quieren seguir la difícil profesión de ser torero y su cuadrilla. Como es su costumbre cuando mata toros a puerta cerrada, Joselito se vistió de luces; ayudado por Jacinto, hombre de todas sus confianzas, comenzó el ritual de vestirse, para pasar a oficiar al tentadero, donde ya le aguardaban dos preciosos toros colorados.

De la habitación al tentadero hay una distancia de unos 200 metros cuesta arriba y con paso firme y el ánimo a tope, José marco el paso para ir al funcional y techado lugar y así dar inicio a las faenas.

Salió el primer toro y con decisión y aplomo lo recibe con una verónicas. El ejemplar es picado y José ejecuta unas chicuelinas muy ajustadas. Ya con la muleta en mano fue llevando al toro y consintiéndolo con mando para pegarle sendos derechazos y naturales. El toro con fijeza y emotividad acudía y acudía al engaño.

Después de varias tandas aunadas a un par de dosantinas, invita a su hermano David, que está en la escuela de Madrid desde hace un año y que ya debutó en España sin picadores. El jovencito tomó la pañosa y ejecutó con temple tres tandas tanto con derecha y otra con la zurda y luego rematar. Joselito tomó la espada de matar y se va tras el morillo para dejar una estocada en buen sitio y como se trataba de entrenar para su compromiso de mañana, practicó el descabello.

Mientras el toro era sacado y arreglaban el ruedo, José le hizo comentarios a Juan Pablo sobre cómo se sintió y sobre todo que el toro fue muy bueno y le había servido mucho y que esperara que el que estaba adentro fuera por mismo estilo.

Salió el segundo y fue un poco complicado, ya que había que poderle, pero con ese oficio que ya tiene, pronto sacó el fondo bueno del ejemplar para poder disfrutar y de igual forma invito a su hermano a que le diera "las tres".

Al término, el ganadero Juan Pablo Corona tenía preparado unas viandas con jamón serrano, tortilla española, carnes frías, aceitunas y por supuesto vino tinto; se pasaron los minutos degustando y comentado todos en familia junto con Fernando Salgado y esposa, compadres del anfitrión.

Joselito agradeció a Juan Pablo el regalo de los toros, así como como la degustación, externándole que le habían servido mucho ya que fueron buenos los dos toros y que mañana tenía la ilusión de poder, ahora sí, abrir la puerta grande.