La ciudad de Aguascalientes se convierte en el centro de la actividad taurina de esta parte del Atlántico con la celebración de la feria de San Marcos, largo ciclo de corridas que se ha consolidado en la últimos años como el más destacado de América, tanto por su extensión como por la categoría de los carteles que presenta a los que se apuntan las más importantes figuras del toreo global.

La presente edición de la feria se conforma de 16 festejos en los que alternarán destacados coletas locales con diestros europeos de primera magnitud para lidiar más de un centenar de toros y novillos procedentes de las más calificadas ganaderías.

La tropa de lidiadores hispanos está conformada por nombres con potencia a la hora de convocar al público al graderío, al igual que toreros locales consagrados, ya sea por su trayectoria o por formar parte de la nueva generación de espadas que hoy por hoy son el corazón y pulmón de la fiesta mexicana.

El caso es que el ciclo de San Marcos goza de un estupendo estado de salud resultado de décadas de trabajo y dedicación de los gestores de la monumental y de todos los actores de la industria taurina que apostaron fuerte para el establecimiento, proyección y consolidación del abono hidrocálido.

La plaza Monumental de Aguascalientes fue inaugurada el 23 de noviembre de 1974, durante cuatro décadas ha sido escenario de un importante tramo de la historia de la fiesta, lapso documentado con puntualidad por diversas instituciones e investigadores que con afición y talento supieron registrar e interpretar todo cuanto sucedió en el ruedo del imponente coso.

En una valiosa publicación promovida por el Centro Taurino México España se congrega a brillantes representantes del pensamiento taurino de esta zona del país para, desde el dato y el análisis otorgar a la feria abrileña un espacio de trascendencia manifestado en la creciente afición, la irrupción de una larga lista de toreros, el crecimiento del campo bravo y, la resonancia internacional de la cada vez más cuidada seguidilla de festejos.

Benjamín Flores Hernández prologa el libro "Plaza de toros de Aguascalientes, ecos de 30 años" y refiere con las siguientes palabras lo que supone la evolución y peso específico del escenario y de las funciones taurinas que en él se llevan a cabo.

"...Por lo demás, era también natural que la inauguración de un nuevo circo de gran tamaño ocurriera en Aguascalientes, ciudad taurina desde siempre, y más para mediados del siglo XX, cuna de un buen número de profesionales del toreo de primera magnitud y en el centro mismo de una  zona geográfica de arraigadísima afición, la conformada por los Altos de Jalisco, el Bajío guanajuatense y las zonas mineras y ganaderas de Zacatecas y San Luís Potosí, con buen número de dehesas bravas a su alrededor y, muy en primer lugar, con una feria tradicional que cada vez más se estaba convirtiendo en la de mayor importancia en el país, en toda América y, a poco que se esforzase, en todo el mundo".

Es esa misma dirección el reconocido historiador taurino Xavier González Fisher, subraya de la siguiente manera la gestión de las autoridades estatales de aquel entonces que promovieron y sobre todo decidieron llevar a  cabo la edificación de la plaza.

"..Así pues, la idea de dar a Aguascalientes una zona ferial que reflejara la taurinidad de su gente y la trascendencia de ésta, fue cristalizada por el gobierno que dirigió Miguel Ángel Barberena Vega. La obra está allí y sin temor a equivocarme, puedo afirmar que es una de las de mayor sabor taurino de toda la República. También puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que la Plaza de Toros Monumental, es una de las mejores en estética del mundo. Es un reflejo de la grandeza que es consustancial a la fiesta de los toros y repito, el hecho de que esté allí, es el gran haber  del personaje de estas líneas, porque el verdadero trabajo no era el proponer la obra, sino realizarla".

Lo cierto es que desde aquellas bases, sólidas fundamentadas en un gran respeto a la fiesta de los toros la Feria de San Marcos se afirma y crece como el más importante período de corridas de toda América.