Más allá de las dos orejas cortadas y la salida en volandas, Zotoluco ha toreado realmente bien la tarde de este domingo en Texcoco y regaló instantes de dimensión, prueba del buen quehacer de este torero que, en estos instantes maduros de su carrera, se gusta con mayor hondura.

Luego de lidiar con sapiencia y brindar momentos de emoción ante el primero, un toro enrazado y que tenía mucho que toreársele, Eulalio se encontró con un bellísimo cárdeno que de salida buscó brincar al callejón, pero que llegó al tercer tercio con movilidad y transmisión.

Asentado, estructurado y haciendo gala de una muy certera colocación, el de Azcapotzalco comenzó a templar con la muleta en la derecha y ligando series de alta duración. En ocasiones, el toro parecía rajarse, pero Lalo le dejaba puesto en engaño para tirar de él y así continuar con esta sinfonía de bien torear.

Por la izquierda le costó un poquito tomarle el ritmo, pero en cuanto lo hizo alargó el trazo natural y la plaza vibró… no cabe duda que, cuando se torea bien con la mano de cobrar, las sensaciones en los tendidos suelen cobrar una mayor intensidad.

Dueño absoluto de la escena, y ya en la recta final de la faena, hubo tiempo también para un par de desplantes rodillas en tierra, temerario al girar delante de la cara de toro y vaciar por alto, para luego ligar una última tanda de derechazos en la que, algunos de éstos, fueron casi en redondo.

Entregado en la estocada y a su espuerta fueron a parar las dos orejas del toro de Xajay, un nuevo triunfo de tantos que ha conseguido el maestro a lo largo de su trayectoria.

Emotivo el quite por zapopinas que Joselito le endilgó al sexto de la función taurina, con el que se enfibró en la muleta para construir una faena que caló entre la afición. Junto a las tablas, inició de hinojos su faena, exponiendo y rematando con un trincherazo rodilla en tierra.

El toro le protestaba en ocasiones e iba rebrincadito, sin rematar abajo las embestidas. Adame supo tomarle el ritmo para poder llevarlo templado con la sarga en la diestra, poniéndole además esa chispa que le faltaba al de Xajay, también por el pitón izquierdo. Faena alegre la de Joselito, bajo los acordes de la “Pelea de gallos”, rematada de media estocada y un descabello para que paseara una bien ganada oreja y continuara con ese buen momento que vive dentro de su carrera.

Ante su primero poco pudo hacer, más que mostrarse esforzado. Y es que el toro carecía de fuelle, además de transmitir muy poco y puntear en ocasiones. Lo mejor fue la gran estocada con la que remató al de Xajay, misma que le valió para una petición de oreja que no fue mayoritaria.

Juan José Padilla se estrelló ante un lote muy poco propicio para poder mostrar ese toreo bullidor y vibrante que le caracteriza. Su primero fue muy deslucido y, al ver que no había posibilidad alguna, el Ciclón de Jerez consideró oportuno abreviar.

Ante su segundo regaló un emotivo tercio de banderillas, destacando el estupendo par al violín con el que cerró su intervención. Con la muleta sobresalió una tanda al natural, pero de ahí en más el tema no cobró alturas debido a que el toro pronto desarrolló sentido, haciendo imposible el lucimiento.

La parte taurina de la feria continuará el Viernes Santo y habrá festejos también el Sábado de Gloria y el Domingo de Resurrección.