Hoy se ha presentado en la ciudad de Madrid el libro titulado "El Juli, sin comillas", la biografía más personal de Julián López, contada por una de las personas que ha vivido más cerca su trayectoria profesional y personal, como lo es su hermano Ignacio.
Con prólogo de su apoderado Roberto Dominguez, el libro editado por Espasa destinará los beneficios de la venta irán destinados a los proyectos solidarios y actividades de la Fundación El Juli.
Con admiración y desde la más absoluta cercanía, Ignacio López Escobar recorre la trayectoria de su hermano Julián en un relato escrito a golpes de corazón. Sin las comillas que envuelven al personaje público, El Juli no es aquí el apodo de un torero analizado con académico rigor, sino el nombre cariñoso de un ser querido al que se ha sentido disfrutar y sufrir tres intensos lustros en la cima de la tauromaquia.
Compañero de juegos, animador de sueños y testigo de inquietudes, su hermano Ignacio evoca a aquel niño prodigio destinado a cambiar el toreo y retrata al hombre que, desde el triunfo y el dolor, ve la vida desde una perspectiva muy diferente.
El autor ha comentado lo siguiente
“Hace diez años creí terminado este libro, que para mí ha significado el medio de poder expresar mi profunda admiración hacia un ser querido al que he sentido disfrutar y sufrir. Con mis 23 años de entonces hablaba de nuestra infancia y de sus primeros sueños como torero, la parte más desconocida de Julián y, a mi parecer, la más bonita, con toda nuestra inocencia, con toda nuestra verdad.
"La siguiente redacción es la biografía taurina de sus apoteósicos cinco primeros años como matador de toros y está dirigida más al aficionado, aunque quise hacer varios guiños a la anécdota desconocida o a las emociones del momento.
#En el otoño de 2003, en un momento trascendental y difícil de su carrera tras la faena al toro `Desván´ en el Palacio Vistalegre de Madrid, puse el punto y final de un libro que nunca vio la luz, por las circunstancias y por mi forma de ser.
"Una década después, cumplidos buena parte de los anhelos del joven Juli, retomé el libro. Me encontraba en Sevilla, donde en pocos días mi hermano pasó de lograr uno de los triunfos más importantes de su trayectoria a sufrir, en la misma plaza, la cornada más grave de su vida. En el hospital nos citamos para vernos en El Freixo. Y allí, caminado por su paradisíaca finca extremeña, hablamos del toreo y de la vida, esa que ahora ve desde una perspectiva muy diferente.
"Me ha hecho feliz escuchar al corazón, y lo estaré más todavía si os ayuda a conocerlo mejor y a sentir admiración por él, casi con la misma pasión que yo".