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Espectro Taurino: Una pasión disciplinada

Sábado, 15 Mar 2014    México, D.F.    Jorge Raúl Nacif | Opinión   
El espacio de cada sábado
La vuelta de Eloy Cavazos a los ruedos es una de las noticias destacadas de la semana que hoy termina. A sus 64 años de edad y una trayectoria que inició formalmente en el lejanísimo 1966, el maestro regiomontano volverá a torear en público el próximo 3 de abril, en Tlaquepaque, en el marco de un festival, hecho que tiene diversas aristas para la reflexión.

Y aunque después de su retiro -en el año 2008- Eloy siguió toreando algunos festivales, no lo hacía desde 2012. El último registro con el que contamos data del 30 de septiembre de ese año, cuando salió en volandas de la Monumental de Zacatecas. En los últimos tiempos ha tenido problemas con su hombro derecho e incluso le fue implantada una prótesis, pero ha llevado una buena recuperación.

Esta reaparición de Cavazos nos lleva a reflexionar, en primer lugar, sobre la disciplina y seriedad con la que siempre se tomó su carrera taurina. Y es que el hombre luce físicamente impecable; "está pá torear" sin duda alguna, y éste es el resultado de una trayectoria en la que siempre supo cuidarse de maravilla.

No cabe duda que los jóvenes deben verse en este espejo e imitar lo bueno. Eloy siempre fue un torero muy disciplinado y alejado de vicios -como tabaco y alcohol-, además de dormir a sus horas y mantener un equilibrio entre sus diferentes actividades. Vamos, un profesional de una pieza.

Aunado a lo anterior, Eloy Cavazos no "se tiró a la hamaca" luego de su retiro definitivo de luces en 2008, sino que continúo realizando ejercicio y llevando una dieta balanceada, parte ya de una cultura física que forma parte de su vida misma.

Más allá de su estado físico, y en segundo lugar, es digno de resaltar que Eloy todavía tenga esa gran pasión por torear. Queda claro que el maestro no actúa por dinero, pues los festejos han sido benéficos, sino para ayudar a través de lo que es y ha sido todo en su existencia: torear… torear por el simple gusto de hacerlo, por seguir realizándose como ser humano.

Esta pasión, este amor por el toro, es una virtud que deben tener todos los que quieran llegar a figurar de este mundo tan difícil. Eloy tiene un lugar bien ganado en la historia de nuestra tauromaquia, una vida hecha con triunfos en prácticamente todas las plazas del planeta de los toros y el reconocimiento de los públicos… y todavía así, y ya en la tercera edad, decide jugarse la vida delante de una res brava.

El concepto que Cavazos plasmó en los ruedos puede gustar o no, pero es indiscutible su sitio de primera figura del toreo y lo mucho que le ha dado a la Fiesta junto a toreros de su generación, como Manolo, Curro o Mariano, entre otros.

¿Qué puede aportar Eloy Cavazos a la Fiesta actual? De entrada, desconocemos si este festival de Tlaquepaque será punta de lanza para algunos más, pero el maestro regiomontano puede aportarle al público un toreo alegre y de gusto, exento de presiones y sí con grandes recursos, pinceladas de ese toreo que conquistó incluso al exigente público de Madrid, donde abrió la puerta grande en dos ocasiones y, de hecho, es hasta la fecha el último mexicano en lograr tal gesta.

Asimismo, nos parece también que este retorno de Eloy Cavazos puede aportar un gran ejemplo. Más allá de estilos y conceptos, verlo torear a esta edad – y estupendo estado- es el mejor ejemplo que pueden tomar las jóvenes generaciones para cuidar su carrera taurina y ser profesionales, sin descuidarse ni un ápice.

Eloy no viene a quitar… sino a sumar. Si después de este festejo en Tlaquepaque vienen más festivales con su presencia, bienvenidos sean. Personajes de esta categoría y experiencia deben estar siempre vigentes, no necesariamente en los ruedos, pero sí inmersos en la escena del medio taurino, dado que pueden compartir riquezas de valor incalculable.


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