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Variadas circunstancias, en La México (video)

Domingo, 08 Dic 2013    México, D.F.    Jorge Raúl Nacif | Foto: Sergio Hidalgo           
Daniel Luque estructuró la faena más redonda

Variadas fueron las circunstancias que se vivieron esta tarde en la Plaza México, festejo en el que a la postre Fermín Spínola y el español Daniel Luque pasearon una oreja por coleta en medio de un interesante cúmulo de situaciones peculiares sucedidas en el ruedo de Insurgentes, donde el propio Luque firmó la faena más redonda de la corrida.

La primera oreja del festejo cayó hasta la muerte del quinto y fue para Fermín Spínola, que se sacudió un tanto el tono académico y hasta frío que había mostrado en algunas facetas recientes y tuvo una actuación en la que en varios momentos logró transmitir hacia los tendidos, prenda del esfuerzo manifestado.

A este quinto ejemplar le recetó un poco visto quite por fregolinas y se animó después a cubrir el segundo tercio, arrancando con variedad pues ejecutó un violín al quiebro en los medios que, aunque no le resultó del todo limpio, arrancó las palmas del público. Acto seguido colocó un par al cuarteo y cerró el tercio con un emocionante sesgo, de adentro hacia afuera.

La faena de muleta, que inició con un péndulo, fue a menos. Y es que el de Valparaíso perdió gas y, además, desarrolló sentido con prontitud, quedándose corto y buscando las espinillas del torero. Fermín se tiró a matar, no sin antes dejar patente su esfuerzo, para cobrar una muy buena estocada que le granjeó en la petición de oreja, trofeo que fue finalmente concedido debido a que los pañuelos resultaron mayoritarios.

Curiosamente, la oreja que paseó Daniel Luque no fue ante su primero, al que le estructuró la mejor faena de la tarde, según comentábamos. El trofeo se lo tumbó al sexto, cuando ya había anunciado uno de regalo debido a que la faena no tomó vuelo dadas las complicaciones del salinero ejemplar.  Y es que consiguió una estocada trasera, pero tan efectiva que varios pañuelos blancos pidieron la concesión de un trofeo que sonaba excesivo, mismo que le fue otorgado.

La faena ante el primero, el toro que presentó mayor movilidad y condiciones favorables del encierro, tuvo momentos en los que brotó el arte. Daniel Luque supo dejar correctamente la muleta a la distancia adecuada al precioso berrendo y tiró de él en trazos templados, acompañando con la cintura y alargando lo más posible el recorrido.

Y aunque las tandas fueron cortas, cada una de éstas tuvo contenido y el público sintió lo que el torero, a su vez, iba proyectando. El trasteo tuvo una duración concreta ya que el ejemplar no terminó por romper del todo, pero el de Gerena supo poner la pimienta a esta faena derechista  con asolerados trincherazos y un par cambiados de mano por delante, así como muletazos del desdén. Circunstancialmente la espada, que en su segundo le dio la oreja, le privó de tocar pelo en esta oportunidad.

De regalo salió un ejemplar de Los Ébanos que fue protestado por sus feas hechuras y poca cara, además de salir visiblemente corraleado. En medio de una confusión entre los que estábamos en la plaza y de forma extraña, el juez Gilberto Ruiz Torres mandó de regreso a los corrales al toro de obsequio y salió uno de Xajay -dado que tenemos entendido que el reglamento no contempla sustitución de un toro de regalo, a menos que el matador decida regalar otro, artículo 77-, ejemplar que no dio opciones a un Daniel Luque que, tras intentarlo, abrevió al no ver oportunidad.

Uriel Moreno “El Zapata” recibió a su primero con un par de creativas zapopinas de rodillas. Con lucimiento cubrió el segundo tercio, incluyendo un violín en los medios y un meritorio par por dentro, y ya con la muleta le fue paciente a un ejemplar que, aunque tenía un mejor pitón izquierdo, careció de fuelle y acudía a la muleta sin emplearse mayormente.

El de Tlaxcala anduvo sereno y haciendo las cosas con calma hasta conseguir buenos momentos, pero son que la faena despegara por completo. El segundo de su lote, un serio cornivuelto, llegó apagado al tercio mortal y embestía desluciendo el muletazo, de tal forma que el tema no dio para más. A destacar el gran puyazo de César Morales a este toro, al que citó con torería lanzándole el castoreño en una estampa muy bonita.

El primero de Spínola tenía cierta transmisión, tendía a protestar en la muleta. El mexiquense firmó pasajes de interés, con emoción y haciendo bien las cosas, aunque no logró rubricar con el acero esta interesante labor ante el segundo de la función taurina.

Ficha
México, D.F.- Plaza México. Octava corrida de la Temporada Grande. Entrada floja (unos cinco mil aficionados) en tarde agradable, con algo de frío al caer la noche. Seis toros de Valparaíso, desiguales en presentación y poco juego en términos generales. Uno de Xajay, lidiado como regalo y que saltó al ruedo en lugar de uno de Los Ébanos, que fue pitado por sus feas hechuras y presencia. Pesos: 478, 480, 465, 524, , 476, 512 y 518 kilos. Uriel Moreno "El Zapata" (fiucsa y oro): Palmas y silencio. Fermín Spínola (grana y azabache): Palmas y oreja. Daniel Luque (rosa y oro): Ovación, oreja y silencio en el de regalo. Incidencias: Destacó en varas el picador César Morales, que fue ovacionado en el 4o. Saludó en banderillas Abraham Neiro, tras parear el 3o.


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