Banners
Banners

El Solar de la Paloma, símbolo juarense (fotos)

Domingo, 08 Dic 2013    Ciudad Juárez    Manolo Ríos | Corresponsal     
Un texto especial sobre este cortijo fronterizo
El pasado domingo 17 de noviembre, en el primer festejo formal que se dio en el Cortijo “Solar de la Paloma”, me tomé la tarea de hacer un recorrido del mismo acompañado de Joaquín Ruiz Olloqui II, quien atentamente me enseño todas las instalaciones del mismo, destacando en sus construcción, el ladrillo, cantera y terracota, siendo este lugar un ícono taurino de nuestra frontera, que ha sido visitado en sus 38 años de existencia tanto por grandes figuras del toreo como personalidades del medio.

En su inauguración, en 1975, precisamente en la boda de Teresa Ruiz Olloqui, se trasladó a esta frontera acompañado de su padre y su hermano, nuestro director general Juan Antonio de Labra, siendo un niño, y me comentó que recuerda muy bien el ruedo en donde echaron unas vacas y que había un árbol en el mismo y no había gradas para sentarse, detalle que me corroboró Joaquín Ruiz Olloqui I.

Don Carlos y doña Carola Ruiz Olloqui, por tradición y conocimientos, son una de las parejas mas apreciadas en el medio taurino y social de esta frontera y heredando a sus hijos y nietos el amor y respeto a nuestra hermosa Fiesta.

Resulta que don Carlos fue primo del maestro don Jesús Solórzano Dávalos y María Luisa Solórzano, quien después se convertiría en la esposa de don Francisco Madrazo Granados y, por esta genética, don Carlos se convertiría en un gran impulsor a la fiesta en Ciudad Juárez.

El matrimonio Ruiz Olloqui – Enríquez Longoria, procrearon cinco hijos: Teresa, Roberto (q.e.p.d.), Juan Carlos, Paloma y Joaquín, quienes han aportado a esta dinastía ocho nietos, quienes todos en familia se encargan en resguardar este hermoso cortijo.

En el caminar en estas seis lindas hectáreas y pasando el portón de entrada, me encontré con la casa de la familia Ruiz Olloqui – Enríquez Longoria y tuve la oportunidad de platicar con doña Carola brevemente, ya que don Carlos no se encontraba disponible, siendo ella quien me dio un amplio perfil sobre la historia de este cortijo tan representativo en nuestra frontera.

Resulta que a principios de los años setenta, don Carlos tuvo la oportunidad de adquirir este terreno ya que a sus hijos les gustaba mucho montar a caballo y a donde iban a montar les salía muy caro, tanto en el campo de equitación "Fuentes" como en el club "Campestre", y decidió hacer un complejo familiar y así cubrir todas las necesidades y expectativas. Claro, primero su casa y después su placita de toros, que bautizaron con el nombre de "Ventitas", en honor a Las Ventas de Madrid.

Ya oficialmente siendo un cortijo lo bautizaron con el nombre de "Paloma", en honor a su cuarto heredero, y con el tiempo fueron agregando instalaciones al mismo complejo, como su alberca, pasillos muy largos y amplios hechos de terracota y así dividir sus jardines que sirven para realizar bodas y otra clase de eventos.

Esta obra es interminable y es muy costosa; enfrente de la casa al fondo edificaron casas más pequeñas para sus hijos y también construyeron una capilla dedicada a San Antonio de Padua y también los tendidos de la plaza. Su obra en construcción actual se llama "La Torre"; es interminable, desde sus alturas se puede observar la ciudad de un lado y los campos del otro lado. doña Carola me comentaba que  la construcción por fuera ya esta terminada pero por dentro falta mucho que hacer y así como van las cosas y el tiempo, va ser el nuevo hogar de alguno de sus hijos.

En el cortijo "El Solar de la Paloma" se han realizado 22 festivales salesianos y me comentó doña Carola cómo nació este festival altruista: "Resulta que el abuelo de mi marido, don Luis Dávalos, de Morelia, fue el que trajo a los Salesianos a México; al enterarse mi hija Teresa, que ellos se encontraban en esta frontera logró un acercamiento en compañía de Vivi Caraveo y lograron hacer un evento social en los jardines de este cortijo, que fue un gran éxito y así, proponiéndole en ese día al padre Osvaldo Gorzeño, realizar un festival taurino por la causa”.

El 26 de septiembre de 1991 se da el primer festival taurino, siendo el mejor acontecimiento social del año en esta frontera, un cartel de lujo con Humberto Moro, que se despidió en esa tarde de los ruedos, Manolo Espinosa “Armillita”, David Silveti y Humberto Moro hijo. Recuerdo que el boleto costaba cien dólares, había barra libre y toda la comida; además, por la noche se presentó Jorge Muñiz, que deleitó con sus canciones a todo el público presente y así ha sido la continuación de este festival salesiano por 22 años.

Lugar favorito de muchos toreros cuando vienen actuar a Ciudad Juárez, fue casa de refugio de Chucho Solorzano hijo, David Silveti, Humberto Moro hijo. Además, grandes toreros han pisado las "Ventitas", como Eloy Cavazos, Curro Rivera, Manuel Capetillo hijo, Fermín Espinosa “Armillita”, Óscar San Roman, Alfredo Gutierrez, Femin Spínola y Diego Silveti, por mecionar algunos, y españoles como Juan Antonio Esplá, Tomás Campuzano y Domingo López Chávez.

Se ha destacado la presencia del carismático periodista taurino Heriberto Murrieta y muchos personajes importantes de la Fiesta como los directivos de Espectáculos Taurinos de México que se sienten muy contentos por el apoyo que "El Solar de la Paloma" le ha brindado por llevar nuevos aficionados a la plaza "Albero Balderas" de nuestra frontera.


Comparte la noticia