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Arturo Saldívar, puro corazón (video)

Domingo, 21 Abr 2013    Aguascalientes, Ags.    Juan Antonio de Labra | Foto: Landín-Miranda           
Malogró con la espada dos faenas vibrantes
La primera corrida de la Feria de Aguascalientes pudo haber tenido un resultado favorable si Arturo Saldívar y El Payo hubiesen estado finos a la hora de matar; sobre todo el primero, que parece andar sin rumbo con la espada. A pesar de esta circunstancia adversa, cabe destacar el esfuerzo no sólo de los dos jóvenes espadas del cartel, sino también de Zotoluco, que entró en sustitución de Alejandro Talavante.

La corrida mantuvo aislados momentos de brillantez, debido al juego de los toros de Montecristo, que envió un encierro muy desigual en juego –y sin fondo de bravura– que no fue lo que se esperaba.

Con el único toro importante de la tarde, lidiado en cuarto lugar, Salvídar se la jugó con una entrega absoluta. La faena discurrió entre altibajos, pero con un denominador común: esa tremenda ambición que obliga al hidrocálido a tirar la moneda al aire varias veces.

Y con la gente al filo del asiento, Arturo ejecutó muletazo de gran mérito, sacándose al toro por la espalda en una faena de arrebato en la que tiró y estuvo a punto de resultar herido cuando el de Montecristo lo volteó de fea manera a lo largo de un trasteo emocionante, prácticamente desde que hizo un quitazo por chicuelinas y, minutos después, comenzó la faena en los medios, de rodillas.

El hidrocálido echó mano de recursos para torear por el pitón izquierdo, que era el más potable del toro, mediante dosantinas ceñidas que provocaron olés muy sentidos. Y así, exponiendo mucho, fue como consiguió mantener el mismo nivel en esta primera declaración de intenciones.

Cuando parecía que tenía ganada una oreja de ley, se dio a pinchar de muy mala manera, entrando a herir sin ritmo alguno al ejecutar la suerte y señalando pinchazos en distintos sitios. Qué pena.

El séptimo toro del festejo se rajó en cuanto sintió que el que mandaba ahí era Saldívar, que estaba contrariado y molesto con la actitud del ejemplar de Montecristo. Se disponía a abreviar, seguramente, y mejor cambió de parecer para hacer otra faena igualmente temeraria y vibrante, que caldeó el ambiente cuando el hidrocálido le dio varios redondos poderosos.

Y la "Pelea de Gallos" se escuchó con sonoridad, siendo la única vez que tocó la banda a lo largo del a tarde (ni siquiera se había escuchado en banderillas del toro de rejones, que es preceptivo). Con la gente volcada, Arturo siguió en la misma línea y el toro, en un seco derrote, le rasgó el punto de la taleguilla del muslo izquierdo, desde la rodilla hasta la entrepierna.

El público ya había entrado en fase de ebullición cuando Saldívar volvió a estar fatal con el acero y fue así como se diluyó la posibilidad de cortar un trofeo. Ni hablar.

El Payo hizo una faena estructurada y seria al primer toro de su lote, al que toreó muy bien con la zurda. La forma de despedir la embestida en varios naturales tuvo el don de una muñeca privilegiada que aún no le conocíamos.

Ojalá que este aspecto técnico tan interesante sea una constante porque así su toreo al natural ganará en esa expresión artística que gusta tanto al público.

Una estocada perpendicular, ejecutada con valor, no alcanzó para elevar una petición mayoritaria que le hubiera permitido cortar una oreja. Así que el recio torero queretano, que anda decidido y mentalizado, se tuvo que conformar con saludar una cariñosa ovación en el tercio.

El sexto toro fue protestado por el público por fu falta de trapío, y aunque tenía una cabeza bien puesta la gente no tragó, motivo por el que no se valoró en ninguna medida el intento de El Payo por hacerle faena. Volvió a matar de manera similar, mediante una estocada perpendicular y se retiró en silencio.
Zotoluco alargo demasiado la faena al primer toro de lidia ordinaria, un ejemplar dócil y flojo que llegó no aportó transmisión alguna a la faena del maestro de Azcapotzalco, misma que finalizó de una estocada entera y desprendida.

El incómodo quinto no le permitió mostrarse, y el público tampoco estuvo por la labor de ver con agrado un trasteo conciso y breve en el que Zotoluco no terminó de acoplarse. Otra vez estuvo fácil con la espada, con otra estocada parecida a la anterior.

Abrió plaza el rejoneador Emiliano Gamero, que se ganó este puesto en la feria luego de la entonada faena del año anterior. Sin embargo, ahora no rayó a la misma altura, no obstante que estuvo dispuesto y enfrentó un manejable toro de Manolo Espinosa, con el que solamente lució montando a "Cagancho" en banderillas.

El toro exigía que el caballista le pisara un poco más el terreno para encelarlo, hecho que sólo ocurrió en contadas ocasiones. Eso sí, a su favor hay que apuntar que intentó hacer las cosas bien y siempre clavó arriba. Antes de echar pie a tierra para descabellar, el caballista señaló un pinchazo y un rejón entero.

Ficha
Aguascalientes, Ags.- Plaza Monumental. Primera corrida de la Feria de San Marcos. Un tercio de entrada en tarde calurosa y con algunas ráfagas de viento. Un toro de Manolo Espinosa e hijos, para rejones, y seis de Montecristo, desiguales en presentación y poco juego en su conjunto, de los que destacó el 3o. por su enrazado comportamiento. Pesos: 530, 475, 496, 479, 466, 458 y 500 kilos. El rejoneadorEmiliano Gamero: Silencio. Eulalio López "Zotoluco" (tabaco y oro): Palmas y silencio. Octavio García "El Payo" (purísima y oro): Ovación y silencio. Arturo Saldívar (turquesa y oro): Palmas en su lote. Incidencias: Saludaron en banderillas Ángel González y Christian Sánchez. El gobernador de Chihuahua, César Duarte, acompañó al gobernador de Aguascalientes, Carlos Lozano, y a ambos les brindaron Zotoluco y Saldívar sus primeros toros.


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