Efemérides: El centenario de El Pipo
La semblanza de un apoderado inolvidable
El 18 de noviembre, pero de hace 100 años, nació en Córdoba, España, Rafael Sánchez "El Pipo", personaje que fuera un gran apoderado de toros del siglo XX y quien se ganara el cariño de toda la afición que compone el planeta del toreo, por su profesionalismo y disciplina, por sus ocurrencias e ingenio para llevar a cabo las campañas publicitarias de los diestros que llegó a representar.
Su niñez fue normal, colegio y trabajo, ya que después de sus estudios trabajaba en el negocio de sus padres, que se dedicaban a la venta de mariscos y helados en compañía de sus 11 hermanos. Lo que recordó siempre fue a su gran amigo, Manuel Rodríguez "Manolete", ya que fueron compañeros de escuela en el colegio Salesiano de su ciudad natal.
Su vida dio un gran giro la tarde fatal del 28 de agosto de 1947, en Linares, cuando "Islero", al entrar a matar, le quita la vida al diestro de Córdoba, pasando un momento muy difícil al cerrarle los ojos a su inolvidable amigo después de fallecer.
Tras este mortal percance El Pipo, decide abandonar los negocios de su padre y ser apoderado y empresario, una profesión muy difícil, y salió avante logrando muchos éxitos; claro, como apoderado fue a más, llevando las riendas de toreros españoles y mexicanos, como José Maria Clavel, José María Mantilla, Paco Pallares, José Fuentes, Antonio Ruiz "Espartaco", Manuel Benítez "El Cordobés" y Curro Vázquez. En México apoderó a Manuel Capetillo y al torero de Mazatlán, quien taurinamente se hizo en Ciudad Juárez, José Ramón Tirado, y que de esta frontera cruzó a Estados Unidos y volar a España.
En un documento escrito de puño y letra por José Ramón Tirado, comenta el profesionalismo que tuvo El Pipo; siempre fue un personaje muy visionario. El texto, de manera íntegra, dice lo siguiente:
"Me despedí para ir a España en la tierra que me dio toros, Ciudad Juárez y crucé a El Paso y de ahí volar a Nueva York, lugar en que por querer conocer la ciudad de los rascacielos perdí el avión a Madrid; el apoderado me esperaba en el aeropuerto de Barajas, fue a recibirme y no llegué, pero resulta que llegaba la esposa del General Franco, de Palma de Mallorca, al mismo tiempo en que se suponía yo llegaría de cruzar el Atlántico; había mucha gente y mucha seguridad. El Pipo se acercó a la ventanilla de la compañía de aviación y le confirmaron que yo venía en el vuelo; al llegar el avión de Nueva York yo no llegué. Se le ocurrió a don Rafael comunicar a los medios que yo, seguramente en pleno vuelo al entrar por una puerta de servicio, debí haber caído al mar y así me dí a conocer al dia siguiente en toda la prensa española".
Rafael Sánchez "El Pipo" falleció en Madrid el 15 de noviembre de 1987, pero nos dejó un legado, su autobiografía "Así fue…", editada en 1981, obra digna de una novela o una gran película.
Su niñez fue normal, colegio y trabajo, ya que después de sus estudios trabajaba en el negocio de sus padres, que se dedicaban a la venta de mariscos y helados en compañía de sus 11 hermanos. Lo que recordó siempre fue a su gran amigo, Manuel Rodríguez "Manolete", ya que fueron compañeros de escuela en el colegio Salesiano de su ciudad natal.
Su vida dio un gran giro la tarde fatal del 28 de agosto de 1947, en Linares, cuando "Islero", al entrar a matar, le quita la vida al diestro de Córdoba, pasando un momento muy difícil al cerrarle los ojos a su inolvidable amigo después de fallecer.
Tras este mortal percance El Pipo, decide abandonar los negocios de su padre y ser apoderado y empresario, una profesión muy difícil, y salió avante logrando muchos éxitos; claro, como apoderado fue a más, llevando las riendas de toreros españoles y mexicanos, como José Maria Clavel, José María Mantilla, Paco Pallares, José Fuentes, Antonio Ruiz "Espartaco", Manuel Benítez "El Cordobés" y Curro Vázquez. En México apoderó a Manuel Capetillo y al torero de Mazatlán, quien taurinamente se hizo en Ciudad Juárez, José Ramón Tirado, y que de esta frontera cruzó a Estados Unidos y volar a España.
En un documento escrito de puño y letra por José Ramón Tirado, comenta el profesionalismo que tuvo El Pipo; siempre fue un personaje muy visionario. El texto, de manera íntegra, dice lo siguiente:
"Me despedí para ir a España en la tierra que me dio toros, Ciudad Juárez y crucé a El Paso y de ahí volar a Nueva York, lugar en que por querer conocer la ciudad de los rascacielos perdí el avión a Madrid; el apoderado me esperaba en el aeropuerto de Barajas, fue a recibirme y no llegué, pero resulta que llegaba la esposa del General Franco, de Palma de Mallorca, al mismo tiempo en que se suponía yo llegaría de cruzar el Atlántico; había mucha gente y mucha seguridad. El Pipo se acercó a la ventanilla de la compañía de aviación y le confirmaron que yo venía en el vuelo; al llegar el avión de Nueva York yo no llegué. Se le ocurrió a don Rafael comunicar a los medios que yo, seguramente en pleno vuelo al entrar por una puerta de servicio, debí haber caído al mar y así me dí a conocer al dia siguiente en toda la prensa española".
Rafael Sánchez "El Pipo" falleció en Madrid el 15 de noviembre de 1987, pero nos dejó un legado, su autobiografía "Así fue…", editada en 1981, obra digna de una novela o una gran película.