La obra de Salvador Boix asume la defensa de una práctica cuando menos perfectamente lícita, y cuando más adornada de una serie de valores estéticos y éticos, dentro de los moldes de la tradición democrática catalana y en el contexto de una sociedad civil bien estructurada como es la de Cataluña. 

De ahí que su alegato cobre mayor fuerza, al no valerse de argumentos ni raciales ni tradicionales, sino del sentido de la libertad y la tolerancia que debe presidir toda sociedad bien organizada en democracia, una de cuyas bases esenciales es el respeto a las minorías. 

Bajo ese entorno, los toros tienen derecho a existir frente a las actitudes prohibicionistas, a pesar de las garantías que se dieron en el debate, ya que el resultado de la votación fue el fruto de un falseamiento de la historia, por un lado, amén de un abierto pronunciamiento identitario, por el otro.

En la resolución contaron menos los argumentos animalistas que aquellos que consideran a los toros como algo extraño a la idiosincrasia catalana, incluso a costa de violentar la historia y de olvidar la pasión taurina que movilizó durante tantos años a Cataluña y de la que queda patente memoria en sus muchas plazas de toros.

Resalta Salvador Boix la envoltura animalista dada a lo que fundamentalmente fue vivido como una cuestión identitaria, el tratamiento diferencial entre la corrida y el correbou que representa la plasmación más clara del trasfondo de la cuestión, con un permanente dejo de hipocresía al aseverar que:

"El Parlament de Catalunya ha decidido que ciertos animales pueden ser maltratados, quemados y ensogados en nombre de la catalanidad y su cultura, mientras las corridas, con el ritual, la historia y el componente humanista que las acompaña, quedan prohibidas".

Desgrana ideas para un futuro donde la fiesta de los toros pueda volver a tener derecho de ciudadanía en las tierras del Principado que son el repliegue artístico, la potenciación de la calidad frente a la cantidad, la racionalización de la gestión empresarial, unificación del reglamento taurino, por el cuidado de la comunicación y la imagen y el apoyo a la tauromaquia como una actividad cultural de primer orden.

Finalmente en un anexo, se recogen documentos decisivos para seguir el proceso parlamentario que condujo a la prohibición de las corridas de toros en Cataluña, una diatriba contra la decisión prohibicionista que se vivifica con la secreta esperanza de que la fiesta vuelva algún día a la Monumental.

Boix Angelats, Salvador. "Toros sí. Una defensa razonada". Ediciones Planeta Madrid. Barcelona. 2011.