La satisfacción del esfuerzo
Antonio Mendoza cuajó la faena más redonda de la tarde en su tierra
Aunque a veces las cosas no rueden como el gran público espera, tras una tarde de esfuerzos siempre queda un dejo de satisfacción, pues los espadas que actuaron hoy en Morelia, dieron lo mejor de sí mismos pese a lo poco toreados que han estado a últimas fechas.
Lo más torero de la tarde corrió a cargo del torero de la tierra Antonio Mendoza, pues le sacó partido a un toro que si bien es cierto tuvo buena condición, vino ostensiblemente a menos. Los pasajes más destacados fueron construidos por el pitón izquierdo, dado que el ejemplar de Real de Valladolid se desplazaba mejor por este lado. Gracias a los tres cuartos de acero pudo cortar una oreja.
También cortó una oreja el tapatío Arturo de Alba, sobre todo por el soberbio estoconazo con el que despeñó a su toro, puesto que el trasteo discurrió entre varios altibajos. En tanto que ejecutó la suerte con toda pulcritud y el espadazo remató sin necesidad de la puntilla a su oponente.
El otro torero de la tierra, Emiliano Villafuerte "El Moso" dejó patente que al igual que sus alternantes, quiere ocupar un puesto importante dentro de la fiesta de los toros. El ejemplar de Real de Valladolid fue el que mejor se prestó del encierro, pues acometía con nobleza y pulcritud. A destacar las series de naturales en las cuales se acomodó el joven matador, que al ser efectivo con el acero pudo también inscribirse entre los triunfadores de esta tarde.
Pepe López no había tenido fortuna con el primer toro de la tarde, pues se quedó corto en las embestidas y complicó el panorama, por ende regaló un séptimo ejemplar, el cual tuvo movilidad por ambos perfiles y se dejó meter mano, así que el michoacano encandiló el ambiente en medio de una faena variada que tuvo buen sazón como punto principal. A pesar de sus fallas con la espada en el primer intento, la autoridad le concedió una oreja.
Román Martínez había salido a por todas y el público estaba con él desde el capote, pues lo recibió de rodillas en los medios y posteriormente tuvo variedad en cuanto a sus quites e incluso sacó al toro del caballo con el capote en la espalda, en una escena no muy vista en la actualidad. Variado y emotivo con los palitroques fue empitonado apenas al iniciar su faena de muleta; se levantó afanoso pero el toro desarrolló sentido y las buenas intenciones fueron su principal carta de presentación.
El poblano Héctor Gabriel es muy buen torero pero hoy no lo pudo demostrar debido a que el ejemplar que sorteó no terminó por entregarse y su comportamiento resultó incierto. Animoso y con ganas de demostrar, su actuación sólo quedó en el tesón manifestado.
Cierto es que hubo cuatro orejas en la tarde, todas ellas de distinto peso específico, pero aunque fueron concedidas en general de manera benévola, cierto es que la historia de esta corrida es la satisfacción de un esfuerzo plasmado en el redondel moreliano que festejó al prócer de la patria José María Morelos y Pavón, aquel que dijo "Soy Siervo de la Nación porque ésta asume la más grande, legitima e inviolable de las soberanías".
Ficha
Morelia, Mich.- Plaza Monumental. Corrida del natalicio de José María Morelos. Un cuarto de entrada en tarde lluviosa. Siete toros de Real de Valladolid (el 7o., como regalo), bien presentados y de variado comportamiento. Pesos: 475, 448, 475, 490, 443, 455 y 422 kilos. Pepe López (fucsia y azabache): Silencio y oreja en el de regalo. Antonio Mendoza (azul marino y plata): Oreja. Héctor Gabriel (palo de rosa y oro): Silencio. Román Martínez (negro y azabache): Ovación. Arturo de Alba (tabaco y oro): Oreja. Emiliano Villafuerte "El Moso" (grana y oro): Oreja. Incidencias: Abrieron plaza los becerristas Santiago López y Diego Medina, que lidiaron sendas becerras de la misma procedencia, a la portuguesa, y al final de su interesante labor cada uno dio una vuelta al ruedo.
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