Diego Louceiro corta solitaria oreja en Pachuca
En el festival por el décimo aniversario de los Forcados de Hidalgo
El rejoneador Diego Louceiro cortó la única oreja de la tarde, en lo que ha sido el festival con motivo del décimo aniversario de los Forcados Amadores de Hidalgo, que a la postre ha resultado emotivo y animado, con matices también toreros de sus compañeros de terna, que hicieron que la asistencia saliera contenta, en un festejo en el que lo mismo lucieron los Forcados, no sin consignarse lesionados igualmente.
No se sabe cuánta gente se esperaba para un festejo como el celebrado hoy, pero la respuesta ha sido positiva, de casi un cuarto entrada, en la que se entregaron distintos reconocimientos a los participantes, y la asistencia siempre tuvo la disposición a aplaudir lo que hicieron los actuantes.
Diego enfrentó un toro con mucha edad, parado y con muy poco celo, parado, que apenas quiso colaborar. Salió con una gran disposición, se mostró voluntarioso al lidiar a este astado, además, distraído y poco colaborador, al que clavó un rejón de castigo. El animal apenas reaccionó, y en banderillas tuvo que echarse muy encima para poder dejar los palitroques, siempre buscando hacer lo mejor la suerte, y esto es decir, de frente, por lo que la gente se le entregó.
Los Forcados, miembros en la generación de 2014-16, realizaron una pega emotiva al primer intento, en la que el toro peleó, viéndose por un momento que había se había "disuelto" la suerte, pero Guillermo Espínola, que le fue a la cara, le peleó, y que además en su momentos fue cabo. A la postre fueron muy aplaudidos.
Diego mató de manera certera, y cortó una oreja que paseó al lado del pegador.
El segundo cavaleiro fue Pedro Louceiro III, quien, además de realizar una lidia inteligente, a un toro igualmente parado, aunque no del todo como el de su hermano Diego, porque cierto es que acometió, aunque cuando la cabalgadura ya había pasado, embestía, porque al momento de preparar la suerte, la res se lo pensaba. Citó con clase, estuvo solvente, se gustó y quiso gustar, y la gente se lo reconoció en todo momento, que cabe decir, reaparecía luego de que vino hacia 2006.
En este astado los Forcados lucieron con una pega al primer intento, por parte de su cabo, Juan de Dios Corona, siendo aplaudido.
Fue tal el aseo, la disposición, la intención, y la manera de hacer el toreo por parte del caballero, que por fallar con el acero, a cambio dio una merecida vuelta al ruedo en compañía del pegador.
El otro triunfador fue el debutante en este coso, Marcos Bastida, quien enfrentó un astado que de salida pareció tener la intención de pensarse saltar al callejón, y posteriormente distraerse hasta que se enteró. En algún momento lo lidió en los medios, rodándose bien con el caballo, y dejando dos rejones de castigo. Vinieron las banderillas, buscando hacer bien la suerte, es decir, en los medios y al estribo, siendo muy aplaudido.
Si en los ejemplares anteriores habían rodado bien las cosas para los Forcados, aquí las cosas se complicaron, y mucho, al grado de irle el grupo a más de cuatro intentos, sin el menor éxito, y sí en cambio resultando con varios elementos lastimados que pasaron por la enfermería, sin poder consumar la suerte.
Mató de manera certera el novel rejoneador; se pidió una oreja que no se concedió, pero sí en cambio, el juez, despistado, ordenó un incomprensible arrastre lento a la res.
Abrió plaza el novillero Manolo Guevara, que enfrentó un novillo berrendo aparejado, bravo y emotivo, picoso y con mucha transmisión. Lo toreó bien a la verónica, pero después al rematarlo no lo hizo de manera lucida, resultando incluso desarmado. De muleta tuvo voluntad e intención, aunque no legara a buen puerto, pues al novillero por momentos le faltó imponerse a este astado que tuvo fijeza, que repitió, aunque lo hiciera con la cara a media altura. Logró algunos pasajes, para despacharlo de estocada apenas contraria, teniendo que recurrir al estoque de descabello.
Por su parte, el maestro Pedro Louceiro hizo gala de la consumada experiencia, ante un animal que tuvo voluntad de embestir aunque con poca fuerza.
Los Forcados realizaron una pega de largo, que lució pues el animal además se arrancó de largo, con el que lució el forcado, y primer cabo en su momento hace diez años, Alejandro Espínola.
Cabe decir que el matador Pablo Samperio realizó un quite por verónicas en este astado, al que terminó despachándolo de dos golpes con el descabello.
Ficha
Pachuca, Hgo.- Plaza "Vicente Segura". Festival taurino mixto. Décimo aniversario de los Forcados Amadores de Hidalgo. Casi un cuarto de entrada (unas mil 400 personas), en tarde soleada y calurosa. Novillos de diversas ganaderías, en el siguiente orden: Mar de Nubes, Guanamé, San Javier (3o. y 4o.) y uno de Cieneguilla. Pesos: 435, 330, 425, 415 y 475 kilos. Manolo Guevara: Palmas. Pedro Louceiro II: Palmas. Pedro louceiro III: Vuelta. Diego Louceiro: Oreja. Marcos Bastida: Vuelta con petición. Incidencias: El grupo entregó reconocimientos a distintos taurinos, actuantes, y otros miembros de su institución. El paseíllo fue a la portuguesa, partiendo plaza cabos que encabezan a otros grupos del país. Los forcados Edgar Dorantes y Antonio Hernández tuvieron que ser trasladados a una clínica, por posibles cornadas internas, tras la lidia del 6o.