Corrida de triunfos en "Provincia Juriquilla", plaza que vio poblar sus tendidos en más de tres cuartos del aforo en una tarde en la que el dios Tláloc se hizo presente cuando doblaba el cierraplaza.
Pisaron el albero queretano los rejoneadores Giovanni Aloi, Jorge Hernández Gárate y Santiago Zendejas, con los grupos de Forcados Mexicanos, Querétaro, Mazatlán y Juriquilla, para lidiar un encierro –desigual en presencia y juego- de Ordaz;
Aloi puso a prueba su experiencia, pero no tuvo colaboración de los bureles. Hernández Gárate supo mostrar algunas genialidades –como las banderillas al violín– y en sus dos actuaciones tuvo el reconocimiento de los aficionados. El queretano Zendejas estuvo abrigado por sus paisanos y respondió a la exigencia de su lote: triunfo en el tercero de la tarde.
Los forcados tuvieron que sortear las embestidas con genio de los de Ordaz; destacaron los grupos de Querétaro y la Ciudad de México. Con la cortesía que les caracteriza, cumplieron con sus pegas y al alimón concluyeron –mexiqueños y mazatlecos, en el quinto, y de Juriquilla y Querétaro, en el sexto– sus respectivas actuaciones.