Santiago Bernabéu fue un personaje de gran importancia dentro del panorama deportivo español durante el siglo XX, y una figura indisoluble del equipo de futbol Real Madrid, que además fue aficionado taurino. Asumió la presidencia del club de 1943 a 1978 entendió de forma perfecta el uso del deporte como válvula de escape social en aquella España franquista.

Bernabéu fue el encargado de fichar a Alfredo Di Stéfano y uno de los creadores de la Copa de Europa (hoy conocida como la Champions League) y cierto día declaró a la prensa taurina: "Tenía yo siente años cuando fui por primera vez a los toros. Fue precisamente en Alicante (…) En aquella corrida toreaba Algabeño padre".

Sin duda, el fútbol es un deporte de masas, fenómeno a escala mundial y una pasión que trasciende fronteras, espacio privilegiado para observar las relaciones y el afianzamiento de identidades. La cultura tiene en el fútbol la posibilidad de explorar el carácter simbólico de sentimientos hacia el equipo predilecto.

Tras obtener 16 campeonatos de liga, seis copas de Europa y seis de España, hacen de su gestión un período mítico y a la vez controvertido dentro del Real Madrid. Bernabéu, sin embargo, recordaba con agrado otra escena taurina: "Yo conocía mucho y admiraba a Joselito El Gallo (…) Vi su debut en Madrid, con toros de Olea (…) Puso cuatro pares de banderillas fenomenales".

La permanente vinculación del Real Madrid con el poder político, es fuente de polémica desde hace más de un siglo, el propio Raimundo Saporta, mano derecha de Bernabéu afirmaría que el Real ha sido siempre tan poderoso por estar al servicio de la columna vertebral del Estado. Desde su fundación, representando al monarca Alfonso XIII, pasando por la época de la República, después a Francisco Franco, y más adelante al Rey Juan Carlos de Borbón.

Bernabéu que también poseyó habilidades futbolísticas y fue convocado con 14 años por la sección juvenil del Real Madrid, muy bien recordaba a su torero predilecto: "Yo era seguidor de Vicente Pastor, que era muy buen amigo mío (…) Si, estoy seguro: Vicente Pastor ha sido el niño mimado del público madrileño".

Este estudiante de Derecho con tendencia artística a la música y durante alguna época juvenil miembro del Cuerpo de Funcionarios de Hacienda, también expresó una de sus varias anécdotas al lado del maestro Carlos Arruza: "El primer autógrafo que firmó en España me lo firmó a mí. Estábamos en el café Marfil, y el buen fotógrafo Santos Yubero llegó con un puñado de fotografías de la corrida. Arruza me dedico una, que todavía conservo".

Durante su gestión al frente del club de futbol creó además, directivas en las que cada persona ocupaba un área determinada, cuerpos técnicos y equipos de basquetbol, tenis y otros deportes, así como la construcción de la Ciudad Deportiva del club y del estadio Nuevo Chamartín (posteriormente llamado Santiago Bernabéu).

En relación a las características entre los aficionados a los toros y los filiales al fútbol Bernabéu comentaba que ambos eran perfectamente compatibles y siempre pugnó por que los aficionados al fútbol no tuvieran celos de los aficionados a los toros y viceversa, incluso en este sentido tajante declaró: "En 1952, con motivo de las bodas de oro del Real Madrid, organicé un festival taurino en homenaje a Vicente Pastor. Se le entregaron treinta y nueve mil duros pese al frío infernal que hizo".

Sus inicios en el fútbol, según recuerda Bernabéu, fueron accidentales, primero por imitar a sus hermanos y posterior por la muerte de su madre, con 17 años ingresó a la primera plantilla del Real Madrid donde jugó hasta 1928 y según sus palabras, teniéndose que amoldar a ser portero, defensa, mediocentro o lo que fuera.

Sin embargo, a la par del fútbol, Bernabéu mantuvo estoica su afición a los toros y en su oportunidad  puntualizó: "Bien recuerdo la presentación de Juan Belmonte en Madrid, el toro le rompió la taleguilla y hubo de ponerse unos pantalones de un monosabio (…) completamente quieto pegó cinco verónicas que ya puede imaginarse la que lió. Sí, armó un taco".

En conclusión, el Real Madrid es el ejemplo paradigmático de la importancia que el deporte tiene como construcción social de primera magnitud, a través del cual se pueden explicar la evolución de las sociedades españolas en el pasado siglo XX, no sólo a nivel estrictamente deportivo, sino también en los ámbitos como el político, el económico o el cultural.

Santiago Bernabéu fue creador de una grandeza deportiva y un prestigio internacional, un aficionado taurino que pudo bajar al ruedo y así lo confesó alguna vez: "Cuando ya era presidente del Madrid, lo intenté, Porque, oiga: yo he toreado muy bien y toreo de salón".

Viuda-Serrano, Alejandro. "Santiago Bernabéu y el Real Madrid: Un análisis histórico del mito del fútbol, política y deporte en la España franquista", en Revista Agón, Universidad Camilo José Cela, 2013, págs. 33-47.

Semanario Taurino "El Ruedo", 12 de agosto de 1975.