La Real Maestranza de Sevilla fue el escenario que vio nacer como matador de toros a Manuel Díaz "El Cordobés", hace justamente 25 años, el 11 de abril de 1993, tarde en la que un cartel muy rematado llenó los tendidos del coso durante un festejo realizado en la Feria de Abril.

Y es que el padrino de la ceremonia fue el mismísimo Curro Romero, artista consagrado y torero consentido el público sevillano.

Como testigo, Juan Antonio Ruiz "Espartaco", delante de un toro que se llamó "Quitasuerte", de la ganadería de Torrealta. El toricantano vestía un terno en verde y oro, dentro de la tradicional Domingo de Resurrección.

El Cordobés llegó a la alternativa cuando estaba por cumplir los 25 años de edad, pues nació el 30 de junio de 1968, en Arganda del Rey, Madrid. Había debutado como novillero con caballos el 7 de abril de 1985, en la ciudad de Córdoba, ante u encierro de Lola Sagrán.

Tras el doctorado referido, ratificó en Las Ventas de Madrid algunas semanas después, el 20 de mayo de aquel 1993. Fue su padrino el maestro mexicano Miguel Espinosa "Armillita", en tanto que por testigo fungió Fernando Lozano, con toros de Baltasar Ibán y El Puerto de San Lorenzo. Su segundo oponente le infirió una cornada.

En la Plaza México se presentó la tarde del 19 de noviembre de 1995, en el marco de la llamada Temporada de Oro. Llevó como padrino al maestro Manolo Mejía, bajo el testimonio de un muy joven Humberto Flores, en la lidia de un encierro de Reyes Huerta.

Torero alegre y bullidor, dueño de una particular personalidad, Manuel Díaz "El Cordobés" tuvo precisamente en Sevilla uno de los momentos de mayor importancia dentro de su carrera, al encerrarse con seis toros de diversos hierros el 30 de mayo de 1995, saldando la gesta con un el corte de una oreja.