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Armillita sale a hombros en San Luis Potosí

Viernes, 18 Ago 2017    CDMX    Natalia Pescador | Foto: Briones | NTR           
Cortó dos orejas al primer toro de su lote tras una faena importante
Con un gran ambiente se celebró la segunda corrida de la Feria de San Luis Potosí en la que Armillita se convirtió en el máximo triunfador al cortar la dos orejas a su primer toro, en una noche en la que Fermín Rivera y Juan Pablo Sánchez obtuvieron sendas orejas.

Abrió plaza el diestro potosino Fermín Rivera, quien recibió a “Cardito”, de 500 kilos, con elegancia en el capote, destacando el manejo de las telas cuando quitó por chicuelinas. Brindis sentido al matador de toros en retiro Eulalio López “Zotoluco”, que acudió como aficionado a la plaza que tantos triunfos le dio.

Valor sereno de Rivera. que comenzó con la muleta a llevar con mando y temple al de Bernaldo de Quirós que fue de menos a más, acometiendo con ritmo al engaño del potosino que cuajó dos series por la diestra en las que sacó a flote su técnica y toque artístico.

Por el izquierdo el toro protestó, acudiendo a media altura y saliendo suelto; molinete para probar de nueva cuenta por ese pitón, extrayendo una tanda con determinación con cuatro naturales ligados para vaciar con el de pecho. Regresó a la senda derechista en lo que fueron los últimos pasajes de su asentado trasteo que remató con pases por alto.  El toro tardó en doblar y fue silenciado tras escuchar un aviso.
 
“Sargento”, de 593 kilos , el segundo del festejo para Juan Pablo Sánchez que se recreó con despaciosidad por verónicas en el saludo capotero. En la muleta se estrelló con un toro de poco juego, de embestida descompuesta y tardo, al que poco a poco fue llevando con firmeza el torero de Aguascalientes que dejó su pulso y temple cuando toreó  al natural, y por el derecho también terminó por imponerse, arrimándose con inteligencia y cabeza fría para robar pases que tuvieron buen sabor en los tendidos.

Pases por alto en una estampa de un torero que salió a jugársela de verdad y que no pido coronar el triunfo con la espada; palmas.
 
“Soldado”, correspondió como primero del lote de Fermín Espinosa “Armillita IV” que saludó con larga cambiada de rodillas para después dejar la variedad con el percal; brindó a la afición potosina su faena muleteril que comenzó con pases con suavidad para ir marcando la distancia, tiempo y ritmo al de Bernaldo de Quirós que mostró potabilidad por el izquierdo, permitiendo al hidrocálido correr la mano con temple y hondura y dejar una tanda de transmisión con los tendidos, continuó por este pitón, llevando los vuelos del engaño ante la nobleza del toro que humilló mostrando además clase y nobleza.
 
También el buen toreo llegó cuando ligó derechazos en los que se fundió con exquisitez, dejando un cambio de mano que deletreó, toreando también de hinojos con pases por alto ante la entrega absoluta de la afición. Luquecinas como adornos finales para coronar su faena con gran estocada; el público de pie y ante los gritos de ¡Torero, torero! solicitaron los trofeos, concediendo dos orejas el Juez de Plaza.
 
“Debutante”, de 468 kilos, permitió un fino comienzo del torero de Dinastía. La faena comenzó a tomar forma en la segunda serie por pitón derecho, donde Fermín aquilató muletazos largos y con hondura, pulsando y templando para rematar la tanda con el pase de pecho. Los naturales también se plagaron de la exquisitez y madurez de Rivera, quien supo entender que tenía a un toro con calidad y nobleza, pero de poca fuerza, al que no había que forzar, sino torearlo con mucha suavidad.
 
Rivera regresó a la senda derechista y ahí continuó embelesado del buen toreo, los trazos de aquí hasta allá, simplemente toreando al natural. Una labor aderezada, además, con esos detalles característicos del toreo de Rivera que siempre terminan marcando la diferencia. Y con una faena de torero fino, la espada nuevamente privó a Rivera del triunfo clamoroso, pues mató al segundo viaje, cortando una oreja de peso y valor.
 
“Algodonero”, de 492 kilos, fue el quinto del festejo, un toro que también ofreció buen juego y con el que Juan Pablo Sánchez dejó cuajó una faena de profundas notas, pases deletreados, con principio y que no parecían tener fin. Toreó asentado, acompañando el trazo con la cintura, roto, y con verticalidad para plagar la hondura con las series ligadas por la diestra.

Sánchez toreó con mucha suavidad, alargando el trazo y dejando en el ruedo su mágico temple ante un toro que fue repetitivo, pero no sobrado de fuerza; la faena fue a más y cuando llegó la hora de la verdad la espada quedó en buen sitio, y el Juez de Plaza -pese a la petición- sólo otorgó una oreja.
 
El sexto del festejo “Cubetero”, de 507 kilos, fue el cierra plaza con el que Fermín Espinosa volvió a conquistar a la afición potosina que desbordó la pasión durante todo el festejo. El cuarto de la Dinastía Armillita estuvo entregado y por encima de las opciones que el toro le dio, construyendo una faena de inventiva con pasajes de valía por ambos pitones, destacando con el oficio y poder con que lo llevó por tandas por pitón derecho. Mató al segundo viaje para retirarse entre palmas. Al finalizar el festejo salió a hombros.

Ficha
San Luis Potosí, S.L.P.- Plaza "El Paseo". Segunda corrida de feria. Más de tres cuartos de entrada en noche agradable. Toros de Bernaldo de Quirós, correctos en presentación, de variado comportamiento, de los que destacó el 3o. por su calidad. Pesos: 500, 493, 494, 468, 492 y 507 kilos. Fermín Rivera (nazareno y oro): Palmas y oreja. Juan Pablo Sánchez (carmesí y oro): Palmas y oreja con petición. Fermín Espinosa "Armillita" (malva y oro): Dos orejas y palmas. Incidencias: Destacaron en banderillas Cristhian Sánchez y Alejandro Prado, que saludaron en el 5o.


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